De la WD UK 111

 Articulo sobre los eldar y su historia.

 

 

Historia de los Eldar

La Caída de los Eldar
Los Eldar son criaturas muy distintas de los humanos en todos los aspectos excepto en cierta similitud física. Viven muchísimo más que los estándares humanos, en ocasiones 1.000 años o más. Se mueven con una gracia que hace que los bailarines de ballet parezcan camellos, sus pensamientos viajan a velocidades incomprensibles para los humanos y sus movimientos apenas pueden ser seguidos por el ojo humano. También poseen una conciencia psíquica mucho más desarrollada como ya ha sido mencionado. Con todas estas ventajas para un Eldar prácticamente todo es posible, todos sus caprichos pueden ser conseguidos. Sin embargo, ni siquiera un Eldar puede probar todos los frutos de esta cesta de forma incontrolada sin llegar a ponerse en peligro.
Antes de La Caída, como los Eldar lo llaman, viajaban de planeta en planeta, desarrollando la semilla de la vida en los más inhóspitos lugares y esperando que transformase el planeta en un lugar habitable y próspero en el que asentarse. De esta forma la raza Eldar se extendió por el Universo. Para los Eldar no había nada que pudiese cambiar esto, alterar el curso natural de su evolución, puesto que los bárbaros humanos y los salvajes Orkos no eran amenaza para la avanzada tecnología de su raza. Pero la amenaza que acabaría destruyéndolos no venía de otras razas. Los Eldar habían avanzado hasta un nivel en el que el trabajo físico ya no era necesario, si no que las máquinas y los psíquicos podían lograr hacer de todo sin esfuerzo. Gradualmente fueron buscando más y más formas placenteras de pasar sus largos años de vida, condensando todas las cosas en un torrente de sensaciones tan intensas que los humanos jamás lo entenderíamos. Sin embargo los Eldar tienen un sentido comparable a la moralidad humana, y lentamente fueron cayendo en la depravación. En esos días finales los Eldar se volvieron contra los Eldar, y las calles comenzaron a llenarse de sangre. A medida que los Eldar morían y sus negras almas vagaban libremente por la Disformidad, no volvían al mundo real para que sus dueños continuasen su vida consciente después de la muerte (como siempre había ocurrido en el pasado), si no que comenzaron a agruparse todas en la Disformidad. Poco a poco esta negra masa de almas corrompidas por los placeres y los pecados fueron tomando forma, ya que como he mencionado, en la Disformidad los pensamientos o sentimientos pueden tomar una forma física gracias a la energía bruta que recorre sus mareas. Después de mucho tiempo de decadencia de la raza, esta masa oscura se transformó plenamente en un nuevo Poder del Caos, Slaanesh, Señor del Placer.
El alarido que emitió el nuevo Dios al nacer sacudió al Universo, y no fue sentido sólo por los Eldar. Los psíquicos humanos de toda la galaxia cayeron de rodillas chillando de dolor, y muchos murieron al ser incapaces de soportarlo. Pero fueron los Eldar los que estaban en el centro del desgarrón en la Disformidad. En el corazón de su imperio galáctico la Disformidad se abrió como un gigantesco remolino, absorbiendo todo lo que encontraba en su camino. A medida que el nuevo Dios iba respirando, las almas de prácticamente todos los Eldar eran succionadas de sus cuerpos para alimentar a Slaanesh. Alguno habían previsto este desenlace de los acontecimientos y habían construido enormes "Mundos Astronave" en los que escapar de su destino. Estos Arcas dejaron sus mundos poco antes de La Caída, pero sólo los que estaban en los límites exteriores del Imperio Eldar pudieron sobrevivir. Otros, conocidos como los Exiliados, o Exoditas, habían abandonado sus olanetas mucho antes de la Caída para establecerse e iniciar una nueva vida en mundos jóvenes donde las dificultades y el trabajo duro logró calmar sus atormentados espíritus. El desgarrón en la Disformidad creado por el nacimiento de Slaanesh aún existe, y es llamado El Ojo del Terror por los humanos, un lugar donde este Universo y la Disformidad se superponen, donde los mundos cambian bajo la voluntad de sus demoníacos señores, los ríos son de sangre y los cielos de fuego y ceniza.

El Sendero Eldar
Aquellos que sobrevivieron se dieron cuenta de que era necesario controlar todas sus emociones, por lo que crearon el Sendero Eldar. Cada Eldar elige un camino que seguir y no se sale de él hasta que ha conseguido dominarlo completamente. Cada Sendero ofrece una forma de vida a quien lo sigue y los iniciados son enseñados por ancianos maestros que han llegado a convertirse en verdaderos prisioneros de su propio destino, incapaces de abandonar su estricto modo de vida. Hay muchos Senderos distintos y los Eldar pueden llegar a completar varios a lo largo de sus extensas vidas. Cubren todos los aspectos de sus existencias; el Sendero del Guerrero, el Sendero del Brujo y el Sendero del Peligro son tres ejemplos de los más militarizados de estos estilos de vida.

Los Dioses Eldar
Las historias de los Dioses son muy importantes para los Eldar. Se extraen comparaciones constantemente entre estas antiguas leyendas y los hechos que se desarrollan en la actualidad, intentando extraer conclusiones y moralejas. Las historias de los Dioses y de los Ciclos Míticos son tema constante de conversación y cualquier personaje que aparezca en ellos es conocido por los Eldar como si fuese un familiar cercano. De los estudios de los antiguos textos y diarios Eldar, así como de las breves conversaciones mantenidas con los de su raza, he conseguido reunir lo siguiente:Asuryan era el Padre de los Dioses, y como tal mandaba sobre ellos como su señor. Es conocido como el Rey Fénix.
Vaul era el Herrero de los Dioses. Fue engañado por Khaine y encadenado a su yunque.
Khaine es el Dios de la guerra, destrucción y muerte. Su nombre completo, Kaela Mensha Khaine, significa "Khaine de la Mano Ensangrentada", y a menudo se le invoca como "El Dios de la Mano Ensangrentada".
Isha era la Diosa de las cosechas, y es la madre de todos los Eldar.
Kurnous era el Dios del hogar, y padre de todos los Eldar.
Lileath la Doncella era la Diosa de la fortuna y los sueños.
Todos los Dioses murieron excepto dos, Khaine fue despedazado, y sus restos se guardan en diversos lugares sagrados para los Eldar en forma de Avatares. El único otro superviviente fue el Dios Risueño de los Arlequines, del que apenas se sabe nada.

Los Señores Fénix
Los Señores Fénix fundaron originalmente los Templos Especialistas donde los diferentes tipos del Sendero del Guerrero y la vida de Khaine son estudiados. No tienen ningún Mundo Astronave al que llamar hogar, si no que viajan por la Disformidad enseñando su saber a todo aquel Eldar que lo desee, fundando pequeños santuarios en cada Mundo Astronave que visitan. Fueron los primeros Guerreros Especialistas y los primeros Exarcas.El primero de todos fue Asurmen, llamado la Mano de Asuryan. Era un maestro en numerosos Senderos Eldar, y fundó el Templo de Asur, que más tarde se llamaría el Templo de los Vengadores Implacables. Fue Asurmen quien enseñó su arte a los demás Señores Fénix.Jain Zar, la Tormenta Silenciosa, fue la primera de los Espectros Aullantes y la primera elegida de Asurmen. Como su maestro viaja mucho por los caminos de la Disformidad, y pequeños templos de los Espectros Aullantes pueden ser encontrados en prácticamente todos los Mundos Astronave. Baharroth, el Grito en el Viento, se consideró el mejor de los pupilos de Asurmen. Se convirtió en el Fénix Alado y enseñó sus conocimientos a los que más tarde fundarían el Templo de los Halcones Cazadores.Karandras, el Cazador de Sombras, no fue el primero de los Escorpiones Asesinos. Hubo uno antes que él, Arhra, el Fénix Caído, que llevó la guerra civil a su pueblo antes de retirarse hacia la Disformidad para no volver a ser visto.Fuegan, la Lanza Ardiente. Fuegan fundó el templo de los Dragones Llameantes. Cuando el Templo de Asur fue destruido por el Fénix Caído, Fuegan se negó a huir, y fue dado por muerto durante muchos siglos antes de que regresase. Se dice que será Fuegan quien reunirá a los Señores Fénix para el Rhandra Dandra, la batalla final contra el Caos y que será el último en morir de todos ellos.Maugan Ra, el Cosechador de Almas, Señor Fénix de los Segadores Siniestros. Es el único superviviente del Mundo Astronave de Altansar, que fue absorbido por el Ojo del Terror 500 años después de La Caída.

Las Lágrimas de Isha
Una de las historias más importantes de los Eldar es la de Las Lágrimas de Isha, que intentaré contar aquí lo mejor que pueda como un humilde escriba que se ha pasado largos años recopilando información de la raza Eldar.
La raza Eldar nació como la descendencia mortal de Isha y Kurnous. Lileath soñó que Khaine sería destruido y dispersados sus pedazos por toda la Galaxia por un enemigo mortal. Khaine se enteró de este sueño y furioso, juró destruir a los Eldar. Descendió hacia los mundos habitados por ellos y comenzó a matarlos a miles. Cuando Asuryan oyó llorar a Isha por sus hijos muertos y se dio cuenta de lo que estaba haciendo Khaine, levantó una barrera entre el hogar de los Dioses y los mundos Eldar, prohibiendo todo contacto directo entre los mortales y los Dioses.
Isha lloró mucho más por sus hijos cuando se enteró de que no podría volver a estar con ellos, y suplicó a Asuryan que le concediese una forma de comunicarse con ellos. Vaul, el Herrero, se apiadó de ella y sabiendo que Asuryan no daría su brazo a torcer prometió ayudar a Isha de la forma que pudiese. De las lágrimas de la Diosa Vaul construyó piedras rúnicas a través de las cuales la Diosa podría hablar con sus hijos. Les enseñó a cultivar la tierra, y Kurnous los entrenó en el arte de la caza.
Cuando Khaine se enteró de que Isha se comunicaba con los Eldar fue rápidamente a ver a Asuryan. Furioso porque sus órdenes habían sido desobedecidas, Asuryan le dijo a Khaine que podría imponer el castigo que desease a Isha y Kurnous. No siendo lo suficientemente poderoso para destruirlos, Khaine los encerró lejos del contacto de los mortales y los Dioses. Sólo Vaul pidió su liberación, y llegó a hacer un trato con Khaine. Vaul era un excelente forjador, siendo una de sus espadas más valiosa que mil mundos. El Dios de la Guerra accedió a liberar a sus prisioneros a cambio de 100 espadas forjadas por Vaul, que debían ser entregadas un año después. Cuando llegó la hora de entregarlas Vaul sólo había terminado 99, por lo que cogió una espada de los mortales y la mezcló entre las demás. Khaine estaba tan contento con las armas que no se dio cuenta de que una era falsa hasta que Isha y Kurnous ya habían sido liberados. Cuando se dio cuenta gritó de rabia y llamó a Vaul, desafiándolo. Vaul cogió la espada inacabada que debía haber entregado con las demás y la forjó de nuevo, construyendo la mayor y mejor espada jamás forjada. Entonces aceptó el desafío de Khaine.
La Espada de Vaul, Anaris, era rápida y afilada, e hirió numerosas veces a Khaine, pero el Dios de la Guerra logró vencer el combate. Malherido, Vaul fue encadenado a su yunque para toda la eternidad, y su espada Anaris fue reclamada por Khaine como trofeo.

 

Eldar de los Mundos Astronave



Los Eldar son físicamente similares a los humanos, aunque no enteramente idénticos en absoluto. Poseen miembros largos y elegantes, así como finos rasgos ascéticos, ojos penetrantes y ligeramente oblicuos. Sus orejas son también ligeramente puntiagudas, pero a no ser por eso, podrían pasar por humanos a primera vista. La diferencia más notable entre los humanos y los Eldar se detecta cuando se mueven, porque los movimientos de los Eldar irradian una gracia inhumana que tiene una cualidad fantástica, casi sobrenatural. Esto es cierto hasta en sus gestos más pequeños y puede comprobarse en la destreza con la que un Eldar sostiene y manipula los objetos más pequeños. Su actitud aparentemente arrogante es fría y desinteresada, lo que hace muy difícil a los humanos entenderles.

Los Eldar no se han recobrado nunca de la gran tragedia en la que sus mundos fueron consumidos por el Caos. Esa pérdida corroe su conciencia y amarga sus corazones. Saben que han fracasado, que no hay esperanza para ellos, y aún así continúan aferrándose al universo con las misma uñas de los dedos. Puede que sea su odio hacia el Caos lo que les impulsa, pero puede que su propio fracaso a lo que no se pueden enfrentar ni reconocer, o su propia arrogancia y sentido de la superioridad la que es imposible de abatir. Para los Adeptus Terra, los Eldar son una misteriosa raza, maldita por la tragedia ancestral e imposible de predecir o conciliar. Son más frecuentemente aliados que enemigos del Imperio, y aún así ninguna de las dos razas le debe nada a la otra y los conflictos de intereses les han conducido a entrar en guerra en algunas ocasiones.

Aunque la totalidad de los mundos natales Eldar fueron destruidos durante la Caída, algunos escaparon a la devastación. Unos pocos Eldar identificaron sin lugar a dudas el peligro que se avecinaba, y prepararon flotas de astronaves para la evacuación. En la actualidad, la raza Eldar vive en gigantescos Mundos Astronave, astronaves que surgieron de las flotas originales hasta convertirse en mundos artificiales en el espacio. Estos Mundos Astronave son todo lo que queda de la civilización Eldar. Los archivos que contienen son sólo una pálida sombra de la civilización de una raza antaño orgullosa y numerosa. En la actualidad los Eldar son muy pocos y su número decrece inexorablemente.

Nadie sabe exactamente cuantos Mundos Astronave existen, ni siquiera los mismo Eldar, ya que la evacuación de sus mundos fue apresurada y muchas astronaves desaparecieron en el vacío del espacio. Los mayores y más importantes Mundos Astronaves conocidos por el Imperio son Alaitoc, Iyanden, Biel-Tan, Saim-Hann, Ulthwé. Existen muchos Mundos Astronave más pequeños, incluyendo la misteriosa Biblioteca Negra, el Mundo Astronave condenado de Meros, y el legendario Mundo Astronave perdido de Ctho. Sin duda existen también Mundos Astronave que aún no han entrado en contacto con el Imperio o con el núcleo principal de la civilización de los Mundos Astronave.

A lo largo de sus miles de años de existencia, los Mundos Astronave se han desarrollado orgánicamente, conforme se han ido abandonando o reconstruyendo área de su interior, y construyéndose nuevos compartimentos exteriores. Estas astronaves inmensas flotan en el vacío y son completamente autosuficientes en todo lo que necesitan; son mundos completos en el espacio. Cada Mundo Astronave es un reino independiente que gobierna y protege a sus propios habitantes y que posee mucha de su propia indiosincrasia cultural. Los Mundos Astronave Eldar actúan ocasionalmente en conjunto, uniendo fuerzas para llevar a cabo expediciones militares, empresas comerciales, o intercambio de conocimientos, pero no todos tienen una tradición de amistad entre ellos. El más extraño de todos los Mundo Astronave es Dorhai, que se niega a relacionarse con el resto de Mundos Astronave, considerándose el único superviviente impoluto de la Caída y sosteniendo que el resto de Mundos Astronave están contaminados con las semillas del Caos.

Los Eldar no utilizan, puesto que de hecho no pueden, la navegación por el Espacio Disforme de la misma forma que los humanos del Imperio. Por alguna razón secreta de la que no hablan, el Espacio Disforme es un entorno especialmente hostil para ellos. Los Mundos Astronave están interconectados por una compleja red de túneles que transcurren por el Espacio Disforme, a través de los cuales los Eldar pueden viajar de un Mundo Astronave a otro.

Esta red de túneles del Espacio Disforme permite a los Eldar viajar fácilmente entre un número limitado de lugares, pero les resulta imposible viajar fuera de su red. Las turbulencias permanentes en el Espacio Disforme, la pérdida de algunos puntos nodales situados en pequeños Mundos Astronaves y la destrucción de algunos planetas ha representado una disrupción de la red durante siglos. Algunas áreas están desconectadas, otras son accesibles sólo periódicamente o con gran peligro, mientras que la mayoría de viajes deben efectuarse mediante rutas indirectas a través de varios Mundos Astronaves.

Los ejércitos de los Eldar no son fuerzas militares a la usanza humana. Cada Eldar es un combatiente adiestrado capaz de defender su Mundo Astronave contra cualquier ataque enemigo. Quedan demasiados pocos Eldar para que las cosas sean de otra manera. La masa de habitantes del Mundo Astronave lucha como Guardianes, un título apropiado para estas tropas cuya misión principal es proteger el Mundo Astronave. Los Guardianes pueden ser hombres o mujeres, ya que los Eldar no hacen distinción cuando se trata de proteger sus hogares de un ataque hostil. Todos los Eldar son combatientes decididos, guerreros fríos y despiadados que no ofrecen ni esperan cuartel. Su arma habitual es la Catapulta Shuriken, un rifle de carga magnética que dispara una ráfaga de afilados discos mono-moleculares. Los discos no son mayores que unos pocos centímetros de diámetro, pero sus bordes están tan afilados que pueden atravesar limpiamente cualquier armadura, amputando los miembros y desgarrando la carne del objetivo.

Los Guardianes son temidos por todos los enemigos con los que se encuentran, pero no son nada comparados con los Guerreros Especialistas Eldar. Estos guerreros enmascarados luchan con la ferocidad de demonios y sus habilidades como combatientes superan a las de los Guardianes con mucho. A los ojos de los humanos, estos guerreros demuestran una velocidad y destreza sobrenaturales. Para los Guerreros Especialistas Eldar, esto solo representa lo que un Eldar es capaz de hacer cuando dedica todo su potencial a un solo fin. Los Eldar poseen mentes y cuerpos que son capaces de adistrarse hasta un punto de perfección imposible de imaginar por los humanos. Cuando un Eldar entrega todo su ser a un solo propósito, lo hace con una intensidad mística que transforma completamente al individuo.

Los Guerreros Especialistas son los combatientes definitivos, mental y corporalmente; todo su ser es absorbido por completo por la vertiente de la personalidad Eldar que esta sedienta de sangre y muerte. Este es el motivo por el que los Guerreros Especialistas son tan peligrosos. Han expurgado de sus mentes todas las cualidades accesorias a sus vidas como combatientes. Esta es una cosa extraña y aterradora para los Eldar, pues su entrega mental es tan fuerte que es posible que su personalidad quede permanentemente atrapada en la personalidad del guerrero. Los Eldar que quedan atrapados en senda del guerrero son denominados Exarcas: almas perdidas, condenadas a una eternidad de lucha.