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"Se cuenta una historia sobre un pequeño grupo de guerreros eldars que es tan evocadora y conmovedora que ya ha entrado en el reino de las leyendas. En los campos helados de Articus, un enjambre de un millón de Tiránidos avanzaba por las llanuras de hielo en dirección a las simas que defendían el último portal abierto hacia la Telaraña. Los exploradores de Alaitoc alertaron a las tropas allí apostadas del peligro que se acercaba, pero las fuerzas de defensa que se habían asignado allí para proteger a los videntes eran tan reducidas que no tenían ninguna esperanza de sobrevivir. Un pequeño grupo de guerreros de la senda de los vengadores implacables tomó posiciones en la zona más estrecha de la sima que conducía al portal. Y cuando el hielo se volvió negro debido a la mera cantidad de monstruos de múltiples patas que se dirigían hacia ellos, los vengadores implacables empezaron a matar. Mediante una avalancha constante de cuchillas finísimas, los cuerpos de las bestias asesinas alienígenas empezaron a amontonarse. Y, a pesar de que acabaron pereciendo, los vengadores implacables lograron liquidar a miles de monstruos en menos de una hora. Los cadáveres quitinosos de los organismos alienígenas se convirtieron en una montaña que los vengadores implacables escalaron peldaño a peldaño mientras desataban un torrente de fuego contra los que trataban de trepar por los cuerpos de los caídos. El enemigo seguía siendo innumerable y de vez en cuando una garra alienígena sobrepasaba las defensas del exarca y se cobraba una vida eldar. Sin embargo, al caer muerto el último vengador, los Tiránidos se batieron en retirada y se dispersaron. La única mancha alienígena que alcanzó al círculo de videntes fue el río de sangre negra y apestosa que discurría hasta la sima.



Hoy, en los salones de los mundos astronave, los héroes del Río Negro pasarán a formar parte de las leyendas. Ellos representan el sacrificio realizado por todos los caídos en Medusa V y el trofeo que tanto les costó obtener: la inviolabilidad de nuestro mundo
".



Thielle de Alaitoc, Señora de la Sabiduría

 

Tomado de la web de Gw España.