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Hurón, el que antaño fuera señor del capítulo de Marines Espaciales de los Garras Astrales, se rebeló contra el Imperio y se autoproclamó Tiráno de Badab, el planeta natal de su capítulo. La cruzada que se libró en su contra empezó con mal pie para el Imperio, ya que tres capítulos más se pasaron al bando contrario uniéndose a Hurón. El Imperio no tardó en lanzar un ataque de castigo, aunque al principio la Flota Imperial no pudo hacer mucho aparte de tratar de proteger las rutas comerciales que Hurón y sus marines traidores habían empezado a atacar.

Hurón era muy poderoso y, al contar con el apoyo de cuatro capítulos enteros, el Imperio se enfrentó a una larga y durísima lucha para lograr eliminarlo. Sin embargo, ni siquiera Hurón pudo hacer frente a toda la potencia militar que fue enviada para liquidarlo y al final se vio obligado a huir de Badab, tras lo cual, él y sus seguidores se refugiaron en el Torbellino. La mayoría de los Marines que se habían aliado con Hurón durante el alzamiento se dieron cuenta de su equivocación y volvieron al redil del Emperador (aunque con inmensas penitencias por hacer). No obstante, muchos siguieron resentidos con el Imperio y huyeron con Hurón hacia el Torbellino.

Después de haber perdido su planeta base, Hurón y sus Garras Astrales borraron todo rastro de su anterior alineamiento y recubrieron su armadura con un repugnante color rojo para ocultar los símbolos del Emperador al que antaño sirvieron. Desde aquel entonces, Hurón y sus Corsarios Rojos han seguido atacando las rutas comerciales, los planetas de comercio y demás ricas regiones de los alrededores del Torbellino. Es evidente que Hurón despide cierto atractivo entre los piratas de la zona, ya que nunca dejan de unírsele incursores humanos. Más preocupante es aún el hecho de que, al parecer, haya miembros del Adeptus Astartes que abandonan su deber con el Emperador para adentrarse en el Torbellino y unirse a Hurón. Se sabe de pequeños grupos o incluso de Marines concretos que se han aliado con Hurón y que se han pintado la armadura de rojo para adoptar los colores del Corazón Negro. Sin embargo, siguen desconociéndose las razones por las que un traidor y renegado como Hurón puede llegar a motivar a tantos de los mejores sirvientes del Emperador para unirse a su causa.

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