Se dice que cuando Khorne creó al demonio U'Zuhl, el primer acto del desangrador fue cortarle la cabeza a la primera criatura que se encontró: otro desangrador. Así empezó una existencia de decapitaciones que ha propagado el terror por los universos mortal e inmortal. Cuando U'zuhl tomó su octingentésimo octogésimo octavo (888, el 8 es el numero de Khorne) cráneo, Khorne lo nombró su Sagrado Ejecutor y U'Zuhl se ganó el título de Despojacráneos. 

En medio de las mayores masacres, tanto contra las hordas de los demás dioses como contra las de su propio dios, o cuando está asolando lso mundos de los mortales, Despojacráneos siempre busca al más poderoso de los guerreros enemigos. Ha luchado junto al Primarca Angron en Armageddon acabando con una cuarta parte de los hermanos capitanes de los Caballeros Grises. En Agrispina-6 mató al orko Grimsnag Urk tras masacrar la escolta del señor de la guerra. Diecisiete exarcas eldars cayeron bajo su espada durante los combates en Haranshemash. Cada raza tiene sus leyendas acerca de Despojacráneos y todas reflejan un gran terror.

Despojacráneos vaga por los Reinos del Caos montado en su poderoso Juggernaut, Kuhl'tyran. Se planta ante todas las fortalezas y fortificaciones que encuentra, lanzando un desafío tras otro contra sus mejores guerreros, hasta que alguno de ellos acepta enfrentarse a él en combate singular. Cuando su adversario sale, Despojacráneos baja de su leal montura, saluda al enemigo con la espada y carga para cobrarse otro cráneo para el Dios de la Sangre.

En medio de la batalla, Despojacráneos se abrirá paso en medio de los combates para poder llegar a enfrentarse al enemigo que ha elegido y ofrecerle luchar en combate singular. Los que huyen son asesinados sin compasión, pues no son dignos de ceremonia alguna; los que deciden quedarse y luchar sufren una muerte mucho más lenta.

En ambos casos el duelo será breve y sangriento, pues Despojacráneos es más rapido que el último latido de un corazón partido y conoce todas las debilidades de sus enemigos. Blandiendo su espada en grandes arcos que descuartizan y despojan, pero que no matan; U'Zuhl parte las piernas de su oponente, dejandolo indefenso. A continuación, sus garras agarran la cabeza de su adversario y pronunciando las ocho palabras del sacrificio, de la punta de sus dedos surgen llamas mágicas que abrasan la piel hasta dejar el hueso al descubierto. Con un salvaje golpe, arranca el cráneo desnudo y lo sostiene en alto para que todos lo vean. Tras una airada mirada, coloca su trofeo en un gran saco que lleva a la espalda, junto a los demas trofeos que ha tomado en la batalla. A continuación, se abre paso hacia su siguiente víctima y vuelve a iniciar el mismo ritual; y así una y otra vez, hasta que no queda ningún enemigo que merezca este tratamiento.

Cuando regresa a la Ciudadela de Bronce, Despojacráneos presenta sus nuevos trofeos a su amo. La mayoría los toma Khorne para empalarlos en las estacas de bronce que adornan los muros de su torre. Unos pocos, los de aquellos que realmente han luchado bien, Khorne permite que Despojacráneos los conserve. U'Zuhl los ata a su capa con sanguinolentos tendones, junto a sus otros trofeos. Pronto su sed de sangre vuelve a despertarse y Despojacráneos monta nuevamente en su juggernaut y parte en busca de siguiente oponente.

 

Gracias a Circu de la Colmena por sacarlo del Codex Demonios