Escrito en el antiguo foro por Ukos_MontŽka

(Este texto esta sacado de la White Dwarf 91, articulo escrito por Andy Hoare.
Actualizado con informacion de la web de games-workshop.)

"LOS VEHICULOS DEL CAOS"


***CONSTRUCCION***

A pesar de que muchos de los vehículos de las legiones traidoras han estado en activo desde la Herejía de Horus, desde entonces se han adquirido y construido muchísimos más. Todas las legiones saquean los vehículos capturados a sus contrapartidas imperiales, deforman la maquina y la consagran a los dioses oscuros. Dichos vehículos producen un profundo odio en los enemigos cuando estos son las fuerzas leales, las cuales suelen hacer lo imposible para limpiar la mancha causada en el honor del capitulo original y para acabar con el suplicio del espíritu de la maquina de dicho vehículo.

Algunas legiones traidoras disponen de los medios necesarios para construir sus propios vehículos acorazados. Si bien algunas de las legiones cuentan con sus propios tecnomarines, todas se valen de tecnosacerdotes e ingenieros traidores capaces de reparar o incluso construir vehículos. La fuente más común de vehículos acabados de construir son los mundos forja conquistados, cuya capacidad industrial puede utilizarse para producir una cantidad sorprendente de maquinas durante el pequeño lapso de tiempo que tardan en acudir allí las fuerzas imperiales de castigo.

***Vehículos de Nurgle***

Los portadores de plaga del abuelo Nurgle infestan los campos de batalla del cuadragesimoprimer milenio extendiendo la enfermedad y la podredumbre a su paso. Estos vehículos de pesadilla pueden presentarse en forma de rhino, de Predator o de Land Rider y, en cualquier caso, tendrán la apariencia de una horrible masa de blindaje recubierto de cieno y plagado de herrumbre, con un montón de cadáveres hinchados víctimas del señor de la plaga apilados sobre le vehículo. De unos incensarios impíos se desprende un humo repugnante y apestoso que llena el aire con las esporas de la corrupción y de la muerte. Mientras el tanque sigue avanzando, se le van añadiendo, más cuerpos encima, donde los asquerosos nurgletes celebran sus macabros festines de carne muerta.



***Vehículos de Tzeentch***

Tzeentch es el amo de la disformidad, cuyas energías son para el las armas más letales. La mayoría de vehículos de las fuerzas de El que Cambia las Cosas están adornados con gárgolas de miradas maliciosas que se retuercen y se ríen a carcajadas y que atraviesan el material del que esta hecho el vehículo como si tuvieran visa propia. Las fauces de cada una de las gárgolas escupen llamas disformes e incandescentes que envuelven al tanque en oleadas de fuego mágico. Todos los enemigos que se acercan al tanque se ven envueltos en llamas mágicas y arden horriblemente en manos de los espíritus ígneos bailarines de la disformidad que brotan de las bocas de las gárgolas burlonas.

  

***Vehículos de Khorne***

Cuando los bersekers del dios de la sangre se lanzan a la guerra, lo hacen a bordo de transportes acorazados rhino para enzarzarse en combate con el enemigo lo antes posible. Siguiendo fielmente los credos del dios de la guerra, el único afán de los bersekers es destripar a sus enemigos en la tormenta sangrienta del combate cuerpo a cuerpo. Sus vehículos siguen la misma filosofía y, por ello, están provistos de horribles ingenios de muerte y destrucción llamados destructores. Estos se componen de todo tipo de cuchillas afiladas, pinchos brutales y sierras mecánicas zumbantes que se instalan sobre el casco del vehículo para cortar al enemigo en pedazos y hacerlo trizas bajo sus ruedas para mayor gloria de Khorne.

  

 

 

 

 

***Vehículos de Slaanesh***

Los vehículos acorazados de los seguidores de Slaanesh suelen estar equipados con todo tipo de extraños tubos, cuernos y rejas. Estos instrumentos emiten ondas psicosónicas que dejan del todo insensible a cualquier criatura inteligente que se encuentre a su alrededor. Estos cantos de sirena solo audibles en los extremos de la franja auditiva prometen el delirio eufórico y susurran placeres prohibidos. Hay otros vehículos que difunden sin cesar crescendos discordantes o gritos de agonía y, sea como sea, el enemigo siempre se obligado a concentrarse en bloquear el sonido so pena de verse arrastrado al olvido que prometen dichos cánticos. Solo los guerreros más voluntariosos pueden hacer frente a un vehículo como este y seguir en pie mientras el resto de tropas caen de rodillas o huyen de él.