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Mogul Kamir es el guerrero montado más fiero de su tiempo, un guerrero de renombre más intrépido y sangriento que cualquiera de sus compañeros attilanos. Mogul Kamir se hizo con el control de su tribu con trece años, asesinando a su tio, el cabecilla, en combate singular. A los quince Kamir gobernaba unas veinte tribus por derecho de conquista, pero aun así, su pasión por el combate no se veía satisfecha. La necesidad por combatir ardía de tal forma en el corazón de Kamir que necesitaba encontrar nuevos retos, así que buscó el consejo del Rey de Khanasan, Señor de Attila. El rey le habló a Kamir acerca de los gloriosos ejércitos de la Guardia Imperial y le ofreció al joven guerrero una vida de batallas a lo largo de la galaxia, con muchos más enemigos de los que podría encontrar en Attila. Con una mueca de satisfacción, Kamir aceptó.

Mogul Kamir vive por y para la emoción de la batalla, y su gusto por el peligro es de sobras conocido. Pocos de los que luchan a su lado vuelven sin cicatrices cortes o disparos, y más allá del hecho de que muchos ni siquiera regresan, se considera un gran honor acompañar a Mogul Kamir al corazón de la batalla. Su pasión por la pelea es motivo de orgullo entre los attilianos y sólo los más fieros y habilidosos guerreros cabalgan con Mogul Kamir, muchos de ellos después de pelear por el derecho a ello.

Pocos attilianos escapan a una vida de batallas sin marcas que cuenten historias sobre heróicas hazañas. Los attilianos tienen poco respeto por las medallas obtenidas tras la batalla, y opinan que los únicos símbolos que vale la pena poseer son aquellos obtenidos en el fragor del combate, mientras la ardiente sangre de los guerreros corre por sus venas. Así los trofeos de guerra más importantes so nlas cicatrices ganadas estafando a la muerte o la calavera de un digno adversario. Pocos tienen una colección de tales trofeos que iguale a la de Mogul Kamir. Su cuerpo está cubierto de costras y su lanza de caza luce varias calaveras de señores de la guerra, como testamento a su coraje y declaración de sus habilidades como el mejor de los guerreros de Attila.

Ninguna montura era capaz de seguirle el ritmo a la sed de batalla de Kamir, y aquellas que no morían por las heridas en el campo de batalla, lo hacían de cansancio. Hasta la resistencia de los caballos de guerra attilianos quedaba en evidencia frente a las constantes cargas y contraataques de Kamir. El Adeptus Mechanicus diseñó para Kamir una montura cibernética que nunca desfallecería, nunca se estremecería y nunca se desangraría; fue un presente ofrecido al gran guerrero attiliano por sus acciones salvando el mundo manufactorum de Loxar IV de las huestes de los Necrones.

Mogul Kamir tiene un genio iracundo y violento, actitu que refuerza su aspecto bárbaro. Hay que ser cretino para faltarle el respeto al líder attiliano, ya que aquellos que ven más allá de sus pieles de aspecto salvaje y sus cicatrices tribales encuentran un valeroso e ingenioso aliado capaz de cambiar las tornas de un combate mediante una sola carga.


Sacado del codex de la Guardia Imperial de 5º por Gaunt de la Colmena