Un Inquisidor es un miembro de la Inquisición, la organización responsable de investigar y acabar con las amenazas que se ciernan sobre el Imperio y la humanidad. Los Inquisidores son legendarios a lo largo de los mundos civilizados del Imperio, son una combinación de santos inspiradores y horrores de pesadilla usados usualmente para asustar al ciudadano desobediente. Para un Inquisidor, el fin siempre justifica los medios, solo ellos pueden entender completamente lo que hace peligrar la existencia humana por lo que en ocasiones hacen uso de medidas drasticas para asegurar la supervivencia de la especie. No tienen ninguna piedad cuando se trata de combatir a brujos y herejes, además de poseer una lealtad incuestionable.
Son conocidos como Cazadores de Brujas, torturadores y ejecutores, y por supuesto que son esto y muchas cosas más. Sin embargo, es más común que usen sus habilidades como investigadores que la fuerza bruta para desenmascarar sectas secretas, corrupción, la influencia de alienígenas, seguir pistas sobre manifestaciones del caos e infestaciones demoniacas.
Reclutamiento
Como todos los aspectos de la Inquisición, el reclutamiento no es centralizado, y el poder de agregar miembros a sus filas recae solamente en los mismos inquisidores. Algunos no reclutan a nadie, y pasan sus días en la persecución de sus enemigos, dedicandose en cuerpo y alma a sus deberes para que estos sean completados durante su periodo de vida. Otros sienten que es su reponsabilidad entrenar a la nueva generación de inquisidores para que estos sigan luchando y protegiendo al Imperio.
Los inquisidores tiene libre decisión en todo lo que hacen, solo están sujetos al escrutinio de sus iguales, y lo mismo aplica para los nuevos inquisidores. Muchos miembros escojen a los reclutas por asuntos de suerte o fé, e incluso pueden adoptar a candidatos aceptables de entre los individuos con los que han tenido contacto en sus numerosas misiones. Otros inquisidores son más rigurosos en su busqueda por aprendices. Ellos pasan una proporción de su tiempo buscando candidatos que pueden encontrar incluso en otras organizaciones imperiales.
No hay un criterio establecido sobre la edad o la constitución física requerida para ostentar el rango de inquisidor. Las muestras de inteligencia y lealtad son los requisitos clave, aunque usualmente estos aspectos del caracter de una persona no pueden ser juzgados apropiadamente hasta una vida de servicio muy avanzada. Incluso han sucedido casos de inquisidores reclutados en su adolescencia porque han demostrado tener habilidades excepcionales, sin embargo estos casos son muy raros.
El proceso de admisión de un nuevo inquisidor consta de varios pasos:
El inquisidor que será el tutor, tomará nota de individuos de libre pensamiento, poseidos por un deseo y una determinación extraordinarios, además de principios inquebrantables. Cuando se encuentra a una persona adecuada, esta se convertirá en parte del séquito del inquisidor, en el cual realizará tareas que quizás sirvan para probar su valía, después de este periodo será aceptado en el circulo de confianza de su señor o señora.
Después de varios años, el aprendiz se beneficiará del conocimiento y las enseñanzas de su maestro, además de que se le confiarán varios deberes adecuados para su posición. En esta etapa los aprendices son llamados interrogadores, novicios, neófitos o aprobadores. Tales individuos deben realizar una serie de misiones en las cuales tomarán plena responsabilidad del éxito o fracaso de la misma, sin embargo estarán subordinados a sus maestros hasta que ellos consideren que están listos para tener las plenas capacidades de un inquisidor.
Para poder nombrar al aprendiz como un inquisidor, se debe tener el consentimiento de tres inquisidores o un Señor Inquisidor, aunque ha habido ocasiones en las cuales esto no ha sido necesario o que las circunstancias han dictado que el individuo debe tomar las responsabilidades inmediatamente. Esto puede ocurrir cuando el maestro inquisidor es asesinado y su aprendiz debe hacerse cargo de su rol y sello inquisitorial.
Equipo de Combate
En apariencia, los inquisidores no tienen un uniforme estandar, sus ropajes son tan variados como los mundos en los que operan. Sus edades van desde fieros jóvenes zelotes a experimentados veteranos que han luchado en la oscuridad por muchos siglos. Algunos portan túnicas ostentosas y simbolos de su alineación ideológica, aquellos que vienen de familias nobles mantienen sus caros ropajes y abrigos, mientras que la mayoría utiliza servoarmaduras altamente decoradas o camufladas debajo de otras prendas.
Un inquisidor puede cargar una amplia gama de armamento y equipo de combate, por lo que están bien preparados para enfrentar cualquier amenaza que aparezca en su camino. Muchos favorecen una combinación de pistola y espada, desde elegantes sables y pistolas bólter, hasta pesadas falcatas de doble mano y pistolas de fusión. En adición a esto, los inquisidores cargan todo tipo de accesorios tales como granadas fotocromáticas o infra-contactos, armas digitales, campos de fuerza personales, protecciones contra sustancias químicas y radiación, detectores de movimiento, implementos para tortura e interrogación, y muchos otros tiene ojos biónicos y organos artificiales tanto para mejorar sus habilidades como para remplazar partes del cuerpo que han sido dañadas durante décadas de conflicto.
Algunos utilizan armas mucho menos convencionales, algunas que han sido arrebatadas de los cuerpos sin vida de sus enemigos, por lo que se pueden encontrar agentes con armas alienígenas, armamento poseido por demonios, escudos de distorsión y otras piezas exóticas de tecnología. Los Inquisidores más puritanos consideran tal equipo como blasfemo y herético, sin embargo otros creen que para vencer a sus enemigos deben utilizar sus propias armas contra ellos.
Los Inquisidores que pertenecen a una de las grandes Ordos, tiene acceso a equipo especializado para sus misiones, tales como cañones y granadas psíquicas del Ordo Malleus o agujas tóxicas del Ordo Xenos. El conjunto de armas y la vestimenta de los inquisidores puede revelar a un observador experimentado cuales son sus alieneaciones y creencias.
Séquito Inquisitorial
Aunque algunos inquisidores prefieren trabajar solos, es común que la mayoría se rodee de individuos excepcionales. A muchos de estos individuos se los encuentran en su inacabable cruzada para proteger a la Humanidad, pero de todas formas, la autoridad de la Inquisición es tan grande que cualquier ciudadano del Imperio podría ser reclutado bajo su mando. De vez en cuando el Inquisidor necesitará la ayuda de un astrópata para cifrar, descifrar o recibir una información, o la ayuda de un guerrero experimentado en el campo de batalla. Aquellos que sobresalen en su trabajo pasarán a formar parte permanentemente del séquito del Inquisidor. Los archivos imperiales constatan que, en un momento dado, el Gran Inquisidor Díaz Torquemada llegó a tener más de trescientos seguidores, aunque diseminados por todo el segmentum. Un Inquisidor tendrá por lo general, un pequeño séquito de aquellos personajes más útiles, de los que se hará acompañar a través de incontables años luz en su interminable persecución del Caos y en su deseo de llevar la luz del Emperador a todo lugar que permanezca en tinieblas.
Acólitos - Interrogador / Explicador: Un Inquisidor puede tomar aprendices y enseñarles todo lo que saben para que algún día puedan ser Inquisidores de pleno derecho como su maestro.
Cirujanos - Torturador / Escoriador / Hermana Hospitalaria: Miembros de las órdenes hospitalarias o aquellos entrenados en la tortura y el castigo, pueden ayudar a un Inquisidor interrogando prisioneros o curando las heridas sufridas por el Inquisidor en la batalla.
Familiares - Querubín / Servo-cráneo / Ciber-águila: De largo, los más extraños entre los secuaces, los familiares potencian la habilidad psíquica del Inquisidor y le proporcionan una mayor iniciativa.
Hierofantes - Castigador / Sacerdote Eclesiárquico / Exorcista: Miembros apasionados de la Eclesiarquía, potencian la fe de los Cazadores de Demonios a los que sirven y recitan exorcismos y plegarias que pueden causar agonía a los demonios cercanos.
Místicos - Astrópata / Vidente de la Disformidad / Psíquico Aprobado: Psíquicos aprobados utilizados por la Inquisición para detectar la presencia de criaturas demoníacas.
Penitentes - Psíquico Comprometido / Bruja Penitente / Paria: Cuando un Cazador de Brujas hace que un psíquico hereje se arrepienta de sus pecados (un caso notablemente raro), éste podría convertirse en lo que se podría llamar un “psíquico pararrayos”, que absorbe los ataques psíquicos de otros psíquicos herejes y protege al Inquisidor y a sus secuaces. 
sacado de:
Inquisitor - The Thorians
Codex: Cazadores de Brujas
Codex:Cazadores de Demonios