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Sacado de adeptus internauta y asu vez sacado del reglamento de la tercera edicion

 

He trabajado durante setenta años al igual que el Maestro Finnias trabajó antes de mi y el Maestro Shadiel antes de él, durante ochocientas treinta y seis generaciones de Custodios de la Biblioteca Sanctus de la Tierra. Ha sido nuestro desafio, la misión de nuestras vidas, compilar una historia de la majestad de la Raza Humana a partir de los archivios que debemos guardar. En su benevolente sabiduria el Emperador me ha concedido el singular y gran honor y el placer de completar esta sagrada tarea durante mi popria vida. Gracias a las abundantes notas y periodos de estudio he reunido la historia y prehistoria de la Humanidad desde los tiempos más remotos. Es aquí donde revelo por primera vez mis descubrimientos, ya que desde la época del Primer Custodio, Solomon, nuestros conocimientos han pasado de forma oral y no mediante la palabra escrita. Sin embargo en estos tiempos turbulentos nadia va a sucederme, por lo que me parece propio y adecuado que ya el último Custodio Cripias registre nuestra Gran Obra en estas páginas para la eternidad. Y ocurrió que, en la Primera Edad del Hombre, la Edad Dorada, apareció el Emperador. A escondidas y sin darse a conocer preparó a la Vieja Tierra para la llegada de la Humanidad y observó y esperó. A él se unieron los Primeros Hombres de la Raza de Oro, de miembros proporcionados y fuertes de mente, pero el Emperador prefirió continuar en las sombras para observar y aprender de la Humanidad. La Razas de Oro se extendió por la superficie de la Vieja Tierra, multiplicandose y estableciendo el Orden y la Civilización en la anarquía de la Naturaleza. Con el tiempo, llegaron los Segundos Hombres de la Raza de Piedra, y con su despertar aparecieron muchos milagros y maravillas tecnólogicos que reforzaron el poder de los Hombres de Piedra, pero que también fueron utilizadas por la Raza de Oro. Aunque físicamente inferiores a la Raza de Oro, y sin su temperamento y disposición filosófica, los Hombres de Piedra poseían enormes capacidades mecánicas. Con el tiempo la Raza de Oro miró a las estrellas para expandir sus dominios. La Raza de Piedra construyó grandes máquinas de poder que enviaron tanto a los Hombres de Piedra como a los de Oro al Éter. Sin embargo, una vez la floreciente raza de la Humanidad dio sus primeros pasos en el gran cosmos, la Raza de Oro perdió su influencia debido a su dependencia de los artefactos de la Raza de Piedra. Y así la Edad de Oro llegó a su fin y los Hombres de Piedra prevalecieron. Nuestros cálculos a partir de los archivos más lejanos y arcaicos, y a través de comparaciones de constelaciones hemos fechado el final de esta Edad de Oro en 20.000 años antes de nuestra era. Durante los siguientes 5.000 años, la Raza de Piedra vivió la Era Siniestra de la Tecnología. Poco se sabe de esta época, puesto que la mayoría de los archivos existentes referentes a este periodo se hallan en la Librarius Omnis de Marte, y nadie aparte de las más altas esferas de los Adeptus Mechanicus pueden tener acceso sin encontrarse a sus decididos Guardianes (el Custodio Malrubius intentó una vez, pero sin éxito). Hemos conjeturado que en la era Siniestra de la Tecnología los Hombres de Piedra crearon a los Hombres de Hierro para ayudarles en la construcción de su gran imperio. Al principio los Hombres de Hierro fueron sirvientes dispuestos a obedecer a sus amos. Sin embargo, los Hombres de Hierro, al igual que hacen todas las criaturas evolucionaron y crecieron hasta hacerse iguales a la Raza de Piedra y juntos se dispusieron a conquistar la galaxia. La Era Siniestra dela Tecnología es una época de máquinas y aparatos técnicos, utilizados por los Hombres de Piedra y más tarde por los Hombres de Hierro en sus trabajos. Muchas de las maravillas técnicas que poseen los Sacerdontes de Mrte se remontan a esta época y fue hacia el final de este periodo cando se creo la gran organización conocida como Adeptus Mechanicus. Durante la Era Siniestra de la Tecnología nacieron los austeros antepasados de la Navis Nobilite del Imperio, y gracias a su capacidad única, la humanidad avanzó a través de las estrellas. Las armas de destrucción masiva evitaron las agresiones de las razas alienígenas enemigas extendiendo las fronteras de los dominios del Humanidad. El final del a Era Siniestra de la Tecnología es el mayor misterio en la evolución del hombre. Por motivos y razones ideológicas desconocidas, los Hombres de Piedra y los Hombres de Hierro comenzaron a luchar entre sí. Los Hombres de Hierro no poseían alma, un anatema para cualquier Hombre auténtico. Los Hombres de Piedra, en un acto final de autopreservación, aniquilaron a los Hombres de Hierro que habían pasado a ser enemigos en vez de aliados, e incluso aquellos de los Hmbres de hierro que permanecieron fieles a sus antigus amos fuerons destruidos en la ardiente forja del campo de batalla. Pero el Emperador, en su eterna sabiduria, esperaba el momento para revelar el auténtico sendero del destino de la Humanidad. Ese fue el comienzo de la Era de los Conflictos. Durante la era de los Conflictos se produjo el colapso del antiguo imperio construido por los Hombres de Piedra. La Humanidad quedo dividida. Ya no existía la Raza del Hombre, solo bandos que luchaban entre sí, en medio de los mayores peligros de la galaxia. Al ver la debilidad de la humanidad el poder de los alienígenas creió de nuevo, ya que las armas de los Hombres de Piedra habían sido destruidas y la protección ofrecida por los Hombres de Hierro desapareció en los últimos años de la Era Siniestra de la Tecnología. Durante cinco largos milenios, la raza humana vivió en el crepusculo de su antigua grandeza, luchando y enfrentandose por los escasos recursos existentes. Sin un guia que los dirigiera, ni un destino común, la humanidad quedó confusa. Incluso la Tierra, la piedra fundacional de la humanidad quedó sumida en guerras internas durante generaciones. Los viles alienígenas que habían sido contenidos por el poder de los Hombres de Hierro y los Hombres de Piedra surgieron de sus guaridas y madrigueras, y destruyeron las defensas de la humanidad, matando o esclavizando a los protegidos del Emperador. La Humanidad se vió envuelta por una plaga de mutaciones físicas, y por toda la galaxia aparecieron hombres poseedores de poderes psíquicos, trayendo consigo más confusión. Sin una autoridad central estas almas y psíquicos perdidos se extendieron sin control por toda la raza humana. Fue entonces cuando el Emperador reveló su autentica naturaleza y comenzó sus planes para acabar con la anarquía. Durante los últimos diez mil años hemos vivido en la gloriosa Era del Imperio, el reinado del Benévolo Emperador de la humanidad. Utilizando su vasto intelecto y los conocimientos de eras pasadas, el Emperador creó una raza de guerreros para eliminar las facciones enfrentadas en la Tierra y estableciendo su lugar como centro de la galaxia conocida. Después de establecer su control sobre el lugar de nacimiento de la Humanidad, el Emperador inició el restablecimiento del justo destino de la Humanidad. Con sus Legiones de Marines Espaciales, el Emperador inició la Gran Cruzada de Reconquista. Fue una guerra larga y encarnizada, pero mundo tras mundo, al reconocer al Emperador como el auténtico dirigente de la Humanidad pasaron a su control. Los Marines Espaciales que eran millares, establecieron bases en los confines de la galaxia, y desde estas bases en asteroides, lunas y planetas, lanzaron incursiones hacia la oscuridad llevando consigo la Luz y la Palabra del Emperador. En medio de toda esta lucha -la rastrera traición del Señor de la Guerra y el sacrificio del Emperador, el contacto con los nobles oficios de los Sacerdotes de Marte, el establecimiento de la Navis Nobilite y otros grandes avances que ahora damos por sentados, además de las purgas de mutantes y psíquicos- el Imperio se forjó a sangre y fuego, en un millón de millares de mundos donde la justa ley del Emperador se reimplantó. Y así es como diez mil años después de que comenzará la Gran Cruzada podemos vivir bajo la guia de la Luz del Emperador y tenemos los cañones de la Armada Imperial, de la Guardia Imperial y de los Adeptos Astartes para protegernos de las traiciones y los viles alienígenas. Pero la historia no acaba aquí porque en nuestras investigaciones los Custodios de la Biblioteca Sanctus de la Tierra hemos descubierto muchos secretos, conocimientos ocultos, historias de traición y heroismo. Aunque en absoluto hemos llegado a la omnisciencia, sabemos muchas cosas que no deberíamos conocer. Por ejemplo, pocos fuera de esta cámara de piedra conocen la Traición de Luther, la Maldición de la Sed Roja, la siniestra fundación de la Hermandad ¿Quién ha recitado tales historias de fatalidad como las escritas en los Legados de Gathalamor, los desconocidos misterios referentes a los orígenes de las Legiones de Marines Espaciales, los siniestros peligros que esperan a aquellos que cruzan las Puertas de Varl, los nombres de los siniestros arquitectos del Monolito de Ymgarl. Seguid leyendo, porque los que vengan destrás deberán conocer estas siniestras verdades. De los acechantes peligros de... +++ Documento Censurado y Sellado por orden del Adepto Cronevald +++ Fecha: 0243994 +++ Autor declarado hereje y juzgado culpable en presencia de sus iguales +++ Fecha: 0244994