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Helbrecht es un ejemplo de tozudez y lealtad al Emperador, cualidades que son el sello del capítulo de los Templarios Negros. Fue nombrado Gran Mariscal en 989.M41 tras la subyugación definitiva de los xenarcas de la Nebulosa de Sigilare. Su escalada de rangos ente los Templarios Negros fue tremendamente rápida y sus deseos de acabar con los enemigos del Emperador impresionaban a sus iguales por su ferocidad. Helbrecht fue promocionado rápidamente a Hermanos de Armas por acabar él solo con un vampiro de la disformidad que se había hecho con el control de Cephian IV. Helbrecht tomo parte en la Cruzada del Mariscal Daidin y mostró gran valor y celo justiciero durante décadas hasta llegar a convertirse en comandante de la cruzada tras la muerte de Daidin.

Cuando el Gran Mariscal Cordel fue asesinado por un frenético paladín de los poderes de la Ruina, los Mariscales de los Templarios Negros se reunieron para elegir un nuevo líder. Helbrecht fue elegido de forma unánime y fue presentado como nuevo gran mariscal al tiempo que empuñaba la Espada de los Grandes Mariscales que señalaba su rango (la reliquia más importante de los Templarios Negros). Se dice que la hoja des esta poderosa espada contiene fragmentos del arma que llevaba Rogal Dom cuando acompañó al Emperador a la barcaza de combate Horus. Las leyendas de los Templarios Negros cuentan que Dom quebró su espada con su rodilla y juró no volver a emplearla tras sentirse culpable por no haber podido salvar al Emperador. Fue Sigismund quien decretó que el arma que empuñaran los grandes mariscales debería llevar partes de la espada de Dorn cuando fuese forjada para recordar siempre a los miembros del capitulo de su deber de expiación.

Helbrecht organizó una cruzada contra los diablos de Cythor de las Estrellas Necrófago inmediatamente y atacó esta región asolada del espacio, un lugar del que nunca había regresado ninguna expedición. En solo ocho años, la xenopoblación de los sistemas periféricos había sido exterminada y la cruzada empezó su avance hacia el planeta natal de los alienígenas. No obstante, cuando llegaron a él, los Templarios Negros se encontraron con que el planeta natal estaba vacío. No había rastro alguno de los alienígenas… Antes de que se pudiera encontrar alguna respuesta para aquel misterio, del planeta Armageddon llegó una desesperada petición de ayuda en la que se informaba a Helbrecht de la vuelta del caudillo orko Ghazghkull Mag Uruk thraka. El Gran Mariscal se retiró a la más secreta de las cámaras del Cruzado Eterno para contactar con el Mariscal Ricard de la Cruzada de Dimaris y el Mariscal Amalrich de la Cruzada del Tiberior y organizar una nueva cruzada.

Las tres cruzadas de Templarios Negros se reunieron en Fergax, desde donde partieron hacia el Segmentum Solar tras llevar a cabo los rezos y oraciones debidas al Emperador. Nada más llegar al sistema Armageddon, Helbrecht fue elegido como líder de las fuerzas del Adeptus Astartes debido a su experiencia como comandante de flotas de gran tamaño, mientras que los mariscales Ricard y Amalrich tomaron tierra en Armageddon junto con sus cruzadas, La guerra que se desarrolló en el espacio fue muy dura y Helbrecht lideró muchos de los abordajes a pecios orkos y, junto con la flota del Almirante Parol, inutilizó las naves de los orkos.

Cuando la capitana de la flota de Ghazghkull se retiró de Armageddon, Helbrecht juró perseguir al Orko hasta el final. El Comisario Yarrick, Héroe de Armageddon, pidió a Helbrecht que se le concediera el honor de acompañar a los Templarios Negros en su búsqueda. El respeto del Gran Mariscal por el venerable comisario era tan profundo que su petición fue satisfecha.

 

“La galaxia es del Emperador y todo ser o cosa que lo ponga en duda es un enemigo que debe ser destruido” – El Gran Mariscal Helbrecht en la Batalla del Fuego y de la Sangre. 

  

 Gracias a rotsenhoff y a Arcangel69  por sacarlo de codex Templarios Negros