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Historia antigua de los Puños carmesies

 

Historia del Capítulo:

Los Puños Carmesíes son unos de los más antiguos Capítulos de Marines Espaciales, siendo parte de la Segunda Fundación del 31er Milenio. Son los descendientes de la primera Legión de Puños Imperiales, que tenían el gran honor de tener su base en la propia Tierra. Los Puños Carmesíes cogieron su nombre del ritual en el que Rogal Dorn, Primarca de los Puños Imperiales, iniciaba a los nuevos Maestros de Capítulo. Tanto Dorn como el Maestro se infligían un profundo corte en las palmas de sus manos izquierdas, juntándolas luego en un fuerte apretón de manos; su sangre se mezclaba, fortaleciendo físicamente la semilla genética del Maestro de Capítulo y formando un vínculo simbólico entre el Primarca y sus hijos.

Las andanzas del Capítulo han sido recogidas en muchos tomos de las Crónicas de Rynn, aunque muchas de sus valiosas historias se perdieron en la desafortunada destrucción de la Fortaleza-Monasterio del Mundo de Rynn. Aquellos quemados y maltratados volúmenes que sobrevivieron hablan de los diez mil años de devoto servicio al Emperador y la infatigable persecución de sus fines como Puños Carmesíes.

"Una vez que un Puño Carmesí se convierte en un Hermano de Batalla de pleno derecho, su guantelete derecho se pinta de carmesí. Si se convierte en un miembro de la Compañía de Cruzados se le permite que pinte su puño izquierdo también. Los más honorables de los guerreros de este Capítulo reciben antiguos guantes de energía como símbolo de su pericia con las armas."

La campaña más legendaria ejecutada por los Puños Carmesíes fue la Cruzada de la Justa Liberación, conducida durante trescientos años en el 36º Milenio. En aquella era, conocida ahora por los historiadores Imperiales como la Era de la Apostasía, el Imperio fue sacudido por una lucha interna y separado en sectores por terribles tormentas de disformidad. La mayoría de la agitación llegó de un cisma masivo dentro de la organización religiosa del Ministorum de la Tierra. Después de que el archi-traidor Goge Vandire fuese finalmente liquidado, los Puños Carmesíes se autoimpusieron la tarea de reconquistar todos los mundos que se habían alejado de a gracia del Emperador. El Capítulo al completo abandonó el Mundo de Rynn en sus naves de batalla y cruceros de combate, abriéndose paso entre las tormentas disformes para liberar a los mundos invadidos o sublevados.

El primero de tales mundos que se encontraron fue Welte, que había sido subyugado por el Señor de la Guerra Orko Ghar Nazzghar - odiado por muchos y apodado en aquella época el Saqueador de Polemis. Una fuerza compuesta por cuatro Compañías descendió a Welte, mientras el resto del Capítulo volvía a la disformidad para localizar otros planetas. Liderados por el valiente Capitán Sandriaz, los Puños Carmesíes cayeron sobre Ghar Nazzghar como una tormenta azul. Golpearon en sus minas de mineral, quemaron las factorías de esclavos y saquearon los convoyes de armas y alimentos que cruzaban los desiertos de polvo. Los Orkos de Ghar Nazzghar pronto se encontraron dispersados y descoordinados por todo el mundo intentando defender las pocas instalaciones que se mantenían en pie.

Fue entonces cuando el Hermano Capitán Sandriaz agrupó sus fuerzas una vez más y atacó la fortaleza de Nazzghar en lo que antaño fue Welte Prime, la capital mundial. Con la mayoría de sus bandas de guerra cazando fantasmas por las planicies de polvo, Ghar Nazzghar no pudo hacer nada mientras los Marines Espaciales de armadura azul avanzaban sin piedad a través de la ciudad devastada. Nazzghar en persona lideró una contraofensiva final, pero él y sus tropas fueron barridas ante la lluvia de fuego de los Puños Carmesíes. Con Ghar Nazzghar muerto, los Puños Carmesíes abandonaron Welte, dejando a las aisladas bandas de Orkos a su suerte ante las enfurecidas milicias de ex-esclavos.

Welte fue sólo el primero de 84 planetas que fueron reconquistados por los Puños Carmesíes durante las Cruzadas de la Justa Liberación. A lo largo de los 300 años que duró la Cruzada, el número de miembros del Capítulo fue reduciéndose por la edad y las bajas en combate; mientras estaban en plena campaña los Puños no podían tomar iniciados para reemplazar sus pérdidas. Finalmente, después de haber liberado el último bastión rebelde en Excelsiva II, el Maestro de Capítulo Kordova declaró que la Cruzada de la Justa Liberación había concluido. Sólo 128 marines habían sobrevivido, y desde entonces el número de miembros de la Primera Compañía de los Puños Carmesíes siempre se ha mantenido en ese número exacto, y su Capitán es siempre el Maestro del Capítulo. Son conocidos por los demás Puños como la Compañía de Cruzados, y se considera un mal presagio si el Capítulo entra en guerra sin tener a su Primera Compañía completamente preparada.

Al igual que otros descendientes de los Puños Imperiales, los Puños Carmesíes han sido siempre notorios por su fanática devoción al Emperador, más aún que otros Capítulos. En al menos dos ocasiones esto ha hecho que fuesen llamados directamente por los Altos Señores de la Tierra para exterminar algún Capítulo de Marines Espaciales. El primero de éstos fueron los Hijos de Gideon, que fueron declarados Excomunicados después de una inspección rutinaria Inquisitorial que demostró que la semilla genética había sido corrompida hasta tal punto que las alteraciones químicas en sus cerebros los había vuelto locos. Los Puños Carmesíes destruyeron su mundo natal, Gideon IV, y cazaron sin descanso a los componentes de la Tercera Compañía que se habían abierto paso a sangre y fuego a través del Sistema Solar Colar, matando a miles de civiles. El segundo Capítulo que sufrió la ira de los Puños Carmesíes fue el de los Marines Vigilantes. El Capítulo había caído bajo el control mental de una rara entidad de la disformidad que había erradicado todo instinto marcial de sus actos, dejándolos inservibles como fuerza militar. Los desafortunados Marines Vigilantes no opusieron resistencia mientras los Puños Carmesíes utilizaban armas orbitales para convertir su planeta natal en un desierto sin vida. La presteza con la que los Puños Carmesíes están dispuestos a volverse contra otros Capítulos de Hermanos de Batalla les ha creado una reputación de perrillos falderos del Adeptus Terra, y son vistos con recelo por Capítulos de Marines menos ortodoxos, como los Lobos Espaciales, los Cicatrices Blancas y los Exorcistas.

"Nada se sabe del destino de Rogal Dorn, Primarca de los Puños Imperiales. Algunos mitos dicen que aún vive, liderando secretamente a los Compañeros del Adeptus Custodes - los excepcionalmente letales guerreros que guardan el mismísimo Trono Dorado."

En el presente, los Puños Carmesíes se están recuperando de una catastrófica guerra contra los Orkos, durante la cual un misil defectuoso (algunas fuentes temen que fue obra de ciertos comandos infiltrados Orkos, aunque callan sus voces por la magnitud de lo que esto implicaría) estalló en la santabárbara de su Fortaleza-Monasterio, barriendo todo el edificio y gran parte de sus Iniciados y almacenes de semillas genéticas. Sin embargo, si hay algo que queda claro en los anales de los Puños Carmesíes, es su cabezona tenacidad para luchar hasta el final. Lord Kantor, el actual Maestro de Capítulo, ha combatido contra varios intentos de desbandar el Capítulo debido a irrecuperables bajas en combate, y ha jurado sangrienta venganza contra toda la raza Orka; aquellos que lo conocen saben que no es una bravuconada sin más.



Organización del Capítulo:

Los Puños Carmesíes son en muchos de sus aspectos un Capítulo fiel al Codex de los marines Espaciales. Como resultado de la gran cruzada llevada a cabo, la Primea Compañía del Capítulo, conocida como la Compañía de Cruzados, siempre está formada por 128 marines, y su Capitán es siempre el Maestro del Capítulo. Se considera un mal presagio que el Capítulo entre en combate sin contar con su 1ª Compañía en perfectas condiciones.

Colores del Capítulo:

Los Puños Carmesíes cogieron su nombre del ritual en el que Rogal Dorn, Primarca de los Puños Imperiales, iniciaba a los nuevos Maestros de Capítulo. Tanto Dorn como el Maestro se infligían un profundo corte en las palmas de sus manos izquierdas, juntándolas luego en un fuerte apretón de manos; su sangre se mezclaba, fortaleciendo físicamente la semilla genética del Maestro de Capítulo y formando un vínculo simbólico entre el Primarca y sus hijos. Los Puños Carmesíes han llevado esta simbología a sus colores. Su armadura básica es azul, habitualmente con rebordes metálicos. Una vez que un Puño Carmesí se convierte en un Hermano de Batalla de pleno derecho, su guantelete derecho se pinta de carmesí. Si se convierte en un miembro de la Compañía de Cruzados se le permite que pinte su puño izquierdo también. Los más honorables de los guerreros de este Capítulo reciben antiguos guantes de energía como símbolo de su pericia con las armas.