Árboles de alambre y cinta adhesiva
- Corta cinco trozos de alambre de jardín de entre 50 y 100 mm de longitud dependiendo de la altura que quieras que tenga el árbol. Une los trozos de alambre y retuércelos para darle forma al tronco, pero procura dejar alambre suficiente sin retorcer para hacer las ramas.
- Corta pequeños trozos de cinta adhesiva y envuelve con ellos el armazón de alambre para darle volumen.
- Pinta el árbol con pintura texturizada (cuanto más gruesa, mejor).
- Imprima el árbol con Negro Caos y, a continuación, aplica un pincel seco con Marrón Cuero y Marrón Bubónico. ¡Tu árbol ya está listo para que le broten hojas!
- Añade follaje a tus árboles. La forma más sencilla de hacerlo consiste en pegar liquen en las ramas con cola blanca.
Una estructura de un árbol de alambre
Mark Jones utilizó diecisiete pedazos de alambre de unos 75 cm de largo y los dobló por la mitad para obtener treinta y cuatro extremos. Manteniendo estos juntos, retorció el extremo de la doblez para formar un lazo lo bastante grande como para que cupieran tres o cuatro dedos. Luego, se enrollaron las tiras para formar un tronco de unos 5 ó 6 cm de largo empezando a partir del lazo. Como los alambres enrollados mantenían las tiras juntas, se podía dividir el lazo en otros tres y retorcerlos un poco para mantenerlos separados. Dichos lazos acabarían formando las gruesas raíces del árbol terminado.
Ahora que ya se habían preparado los inicios del tronco y de las raíces, era la hora de empezar a hacer las ramas. La primera rama se hizo con ocho de las tiras de alambre, que se separaron del tronco y se retorcieron para unirlas. Después de retorcer unos tres centímetros, se dividió la rama en otras dos, cada una formada por cuatro alambres. Dichas ramas se volvieron a enrollar como antes y luego se separaron de nuevo. Este proceso siguió hasta que cada rama estuvo formada tan solo por un alambre y ya no se pudieron separar más.
Cómo crear la corteza
Para crear la textura de la corteza, el alambre del árbol primero tuvo que recubrirse con una capa de material de relleno. El relleno consistía en yeso preparado, que se mezcló con cola blanca hasta que quedó una pasta cremosa y espesa.
Se aplicó el yeso al árbol con un pincel primero en tres de las ramas comenzando por el tronco hasta llegar al final de las ramas. Cuando se acabó de recubrir la última de las ramas, la primera ya estaba lo bastante seca como para que Mark empezara a aplicarle la textura. La corteza se hizo creando unos surcos sobre la superficie del árbol con una lanceta para esculpir. No hacía falta aplicar la textura a las ramas hasta las puntas, ya que en los árboles reales suelen ser bastante lisas.