Cisnes Rojos: Trasfondo

CISNES ROJOS (RED SWANS)

[i:30a31mqa]“Malditos por la semilla que los vio nacer y malditos por sus acciones durante la Apostasía. Almas atormentadas que solo encuentran alivio en la lucha contra los enemigos del emperador. Su aspecto es tan horrendo como la maldición que les consume. A pesar de todo, no podemos privar a estas almas de su redención, ni podemos prescindir de tan válidos luchadores. Por ello, recomiendo a la inquisición que permita perpetuar este capítulo, para que su rabia y su odio sigan sirviendo a la humanidad.”

Inquisidor Jacobiah- Informes de herejías, tomo III[/i:30a31mqa]

Durante milenios estos valientes guerreros han protegido a su sistema natal: Dafne, situado en el segmentum Ultima. Para los ciudadanos de esos planetas son unos ángeles custodios, unos caballeros que les han protegido durante generaciones. No hacen preguntas de por que prefieren llevar sus rostros ocultos por sus cascos, ni acerca de las extrañas historias que circulan acerca de Dafne Tercius, su planeta natal.
Y es que la rabia negra y la sed de sangre han hecho mella en ellos. Además poseen un horrible defecto genético, según algunos eruditos debido a una mezcla génica: sus rostros están deformados, los colmillos les crecen largos y finos, y su piel se torna blanco azulada, como la de un cadáver. Su similitud a los vampiros les hace ocultar sus rostros. Sus líderes, en la batalla, muestran sus caras para aterrorizar al enemigo.

Estamos ante uno de los capítulos sucesores de los Ángeles Sangrientos, con origen en la vigésima fundación. A pesar de ser considerado un capítulo maldito, todavía está en condiciones de luchar por el imperio, aunque el pasado, el presente y el futuro de este capítulo presentan muchas sombras.

HISTORIA DEL CAPÍTULO

[u:30a31mqa]Un tiempo de esperanza.[/u:30a31mqa]

[i:30a31mqa]“Somos Cisnes Rojos. No tenemos ni pasado, ni futuro, ni redención posible. Solo honor…y esperanza. Pero estas cosas han de ser conservadas día a día, segundo a segundo. Salid a ese planeta y luchad por ellas.”
- Dunois, Capitán de la Tercera Compañía.[/i:30a31mqa]

Tras la catástrofe generada por la traición de Horus, el imperio se sumió en el caos. Sin embargo en Dafne (un sistema relativamente cercano a Baal, pero más alejado del centro de la Galaxia) los señores de los distintos mundos reimplantaron un sistema feudal, bajo el mando de un señor: el Marques de Dafne, Gobernador del sistema por la gracia del Emperador. La casa de este marques se implantó en Dafne Cuarta, el planeta más rico y poblado del sistema.

Cada uno de los demás mundos y de las tres lunas habitables fue asignado a una familia aristocrática, recibiendo uno de sus miembros el título de conde. Todos los habitantes de cada mundo estaban obligados al conde, y los condes al Marques. Este solo respondía ante el Emperador, los altos señores de Terra y ante la Inquisición.
Así, el sistema Dafne mantuvo su entereza, pero sus habitantes perdieron buena parte de su libertad. Esta forma de gobierno, a pesar de las conspiraciones por el poder, se ha mantenido firme hasta estos días.

La guardia imperial quedó adscrita a los condes, resultando fuertemente influenciada por el carácter feudal del sistema. Esto llego hasta tal punto que durante los dos primeros milenios tras la herejía, se formaron varias órdenes de caballería dentro de los distintos contingentes de la guardia imperial. En estas órdenes entraban los soldados que destacaban en combate, o los aristócratas menores.

A finales del segundo milenio después de la herejía, el marqués Garian XVI, a consecuencia de una serie de reformas para centralizar el poder del sistema, decretó la unión de todas las órdenes en una: Los Caballeros de Dafne. El mando directo quedó reservado al propio Marques.

En este momento, se establecieron también las condiciones que habrían de cumplir sus miembros: haber destacado en combate con la guardia imperial, no sufrir enfermedades crónicas ni malformaciones, y recibir una bendición de la eclesiarquía, acreditando su fe en el Emperador. Así se formó un cuerpo de elite dentro de la guardia imperial del sistema. Muchos soldados querían formar parte de esta tropa, ya que sus miembros adquirían la condición de Noble, aunque no se les permitía trasmitirla de forma hereditaria.

Para mantener la estabilidad política, Garian XVI reservó los puestos de oficiales superiores tanto de la guardia imperial, como de los Caballeros de Dafne a los aristócratas de las grandes casas.

Pronto los caballeros de Dafne adquirieron fama de aguerridos y de ser un regimiento leal y disciplinado. Durante muchos siglos fueron la primera línea de defensa del Sistema Dafne ante cualquier enemigo, tanto exterior como interior.

Por medio del sistema de gobierno, la guardia imperial y los caballeros se conservó la prosperidad de Dafne durante milenios.

[u:30a31mqa]De los Caballeros de Dafne a los Cisnes Rojos.[/u:30a31mqa]

[i:30a31mqa]“Nuestros cuerpos han cambiado, somos más fuertes y más resistentes. Somos diferentes: ni mejores, ni peores que cualquier hombre al servicio de Terra. Pero hay algo que no ha cambiado: fuimos, seremos y somos caballeros al servicio del Emperador.”
- Padre Arnald, Capellán de la primera compañía.[/i:30a31mqa]

Asdrúbal, un sacerdote de los Ángeles Sangrientos, (hay fuentes que lo sitúan en el capítulo de los Desangradores) pidió licencia en Terra para aplicar la semilla genética de los Ángeles Sangrientos a los Caballeros de Dafne.

Asdrúbal había visto luchar a la orden en varias ocasiones, y estaba impresionado por su lealtad, valor y habilidad.

Era la época anterior a la Era de la Apostasía, y los primeros indicios de la rabia negra y la sed de sangre empezaban a plantearse como algo más que rumores persistentes. Asdrúbal pensó que, aplicando los sistemas modificación genética de los demás capítulos sobre unos hombres que se le antojaban leales y honorables, evitaría los fallos en los genes procedentes de la semilla primarca Sanguinus.

Terra dió su aprobación, y el capítulo quedó inscrito en la vigésima fundación con el nombre de Cisnes Rojos. El nombre procede, según las fuentes del capítulo, de una visión del propio Asdrúbal, al que la tradición le supone poderes síquicos.

Hay quien dice que Asdrúbal hizo algo más que aplicar los sistemas de modificación genética de otros capítulos. Estas fuentes apuntan a que mezcló ADN de otros capítulos, entre ellos el de los Ángeles Oscuros, con la semilla genética de los Ángeles Sangrientos. Nadie explica con claridad como habría conseguido este material génico, pero es cierto que Asdrúbal admiraba profundamente a los Ángeles Oscuros: La consideraba la primera legión, la más perfecta, incluso llegó a adoptar algunos de sus símbolos para la heráldica del capítulo.

La orden aceptó su transformación en Marines Espaciales como un gran honor. El marques de Dafne, consciente de la mejora que para la defensa del sistema suponía el disponer de un capítulo de marines, dotó de recursos el proyecto de Asdrúbal, concediendo como planeta natal de los Cisnes Rojos Dafne Tercius, un mundo pequeño pero lleno de plantas y animales.

El primer Barón (Señor del capítulo) de los Cisnes rojos fue Garan Pendelmore, y mantuvo a Asdrúbal como su fiel consejero durante siglos.
[u:30a31mqa]
La Maldición[/u:30a31mqa]

[i:30a31mqa]“Yo estuve en Agnais, cuando las calles antaño habitadas
Cubiertas de sangre se tornaron en rojos ríos
Cuando nuestra ira se abatió sobre las indefensas casas
De quienes ningún pecado habían cometido
Y con el los restos de los inocentes en nuestras espadas.
A la eterna condenación nos sometimos.”
¬- Cantares del capítulo, tomo I. [/i:30a31mqa]

El inicio de los Cisnes Rojos fue desafortunado. La lealtad de este Capítulo a Vandire en los inicios de la Era de la apostasía les llevo a cometer algunas terribles purgas en varios planetas. La más oscura entre ellas fue la del planeta Agnais Primus. El capítulo, siguiendo las órdenes de Terra, prácticamente aniquiló a la población de aquel mundo, en base a una rebeldía totalmente falsa.

Cuando Vandire fue depuesto, el capítulo tuvo plena conciencia de las enormidades que habían cometido. No hay un registro exhaustivo de las horribles acciones que perpetraron los Cisnes Rojos en aquellos años, pero desde entonces una terrible culpa agobia a los escasos bibliotecarios del capítulo, y a sus principales dirigentes.

Como muchos de los hechos de aquella época, lo que realmente ocurrió está enterrado en los archivos prohibidos de las bibliotecas de Terra. Lo que si se conoce con seguridad es que, tras todo aquello, la sed de sangre y la rabia negra extendieron su sombra sobre el capítulo. Sin embargo, pasarían siglos antes de que se reconociese oficialmente el primer caso de rabia negra.

También apareció un terrible defecto genético, que el propio Asdrúbal denominó “vampirismo”. Este defecto ataca a los hematites sustituyendo los enlaces de hierro, por otros de un compuesto llamado “telerita”, que aporta a la sangre un color blanco azulado. Este defecto también afecta a la pigmentación de la piel, y al color de ojos, que se torna rojizo. El último defecto en aparecer fue el de los colmillos: crecen largos y finos, dándole al marine un aspecto que recuerda a los vampiros de las antiguas leyendas.

Asdrúbal, el sacerdote que impulsó la creación del capítulo, asistió a la temprana aparición de las terribles manchas génicas antes morir. En su epitafio solo quedó una frase, pidiendo perdón por su arrogancia:

[i:30a31mqa]“Permita la gracia del Emperador que estos leales soldados no paguen por el orgullo de este servidor, ruego por que los Cisnes Rojos no se aparten jamás de la luz imperial por todo lo que he hecho.”[/i:30a31mqa]

[u:30a31mqa]Semilla Genética[/u:30a31mqa]

[i:30a31mqa]“Puedo soportar el dolor, e infinidad de privaciones. Puedo soportar el ataque de seres más terribles de lo imaginable. Pero no puedo soportar esta sed…”
- Diario de Sir Elentar, palabras finales.[/i:30a31mqa]

La rabia negra, la sed de sangre y el aspecto vampírico parecen ser los tres principales problemas del capítulo, junto a cierta escasez de Psíquicos. Por lo demás, la semilla del capítulo parece conservar sus propiedades. A pesar de todos estos síntomas evidentes de degradación, hay quien piensa que los genetistas de los cisnes rojos ocultan otras cosas más preocupantes aún…

De momento los Cisnes Rojos han combatido la falta de hematíes, que conlleva el vampirismo, por la ingestión de carnes rojas y de ciertos complementos dietéticos, bajo la atenta mirada de los Sacerdotes Sangrientos.

Una característica propia de la semilla genética de los Cisnes Rojos es que parece haber alcanzado un punto de equilibrio. Los sacerdotes parecen saber cuantos Marines sucumbirán a la rabia negra, y por ello pueden reclutar suficientes cadetes para suplir las bajas previstas. Esto ha permitido mantener el número de efectivos estable, evitando la continua perdida de efectivos que aqueja a otros capítulos sucesores de los Ángeles Sangrientos.

Hay quien defiende que este equilibrio, al igual que la mutación del aspecto vampírico tiene su origen en las mezclas de genes que llevó a cabo Asdrúbal. Nadie tiene pruebas al respecto, y los Sacerdotes Sangrientos del capítulo no hablan nunca de este extremo.





[u:30a31mqa]Política actual del capítulo.[/u:30a31mqa]

“[i:30a31mqa]Todas estas consideraciones son muy interesantes gobernador. Por supuesto que las encuentro convincentes, pero mis órdenes son claras. Disculpe, pero he de poner fin a su existencia. Tenga en cuenta que es por el bien del Imperio. Créame: lamento todo esto.”
- Barón Lathorne. [/i:30a31mqa]

La sede del capítulo es una antigua fortaleza gótica en lo profundo de los bosques de Dafne Tercia. Solo los aspirantes se acercan hasta allí, puesto que tiene fama de lugar encantado, y hay quien dice que por los bosques pululan terribles bestias ávidas de sangre.

Los Cisnes Rojos, en la actualidad, son una entidad puramente militar. Tras los errores cometidos en el pasado, procuran no tomar decisiones en aspectos civiles o gubernativos, limitándose a cumplir ordenes. Esto ha hecho que muchos consideren a este capítulo un elemento valioso y manejable.

Periódicamente son examinados por investigadores de la Inquisición, que vigilan la evolución de sus defectos genéticos. Su relación con esta entidad y las Sororitas es bastante buena, dadas las circunstancias.

Al proceder muchos de sus reclutas de la Guardia Imperial, su relación con esta es de respeto, e incluso a veces de camaradería. Mas de un sargento después de conocerlos les ha definido como “con aspecto raro, pero buena gente”

El sentimiento de culpabilidad y los errores de su semilla, han hecho del capítulo una orden retraída, incluso en su contacto con otros capítulos. Sin embargo, si disponen de una serie de arraigados prejuicios sobre algunos de sus hermanos marines:

- Desconfían sistemáticamente de todos los hijos de Sanguinus (Capítulos sucesores de los Ángeles Sangrientos) dado que todos ellos están manchados por los defectos que los aquejan. Aún así, todo el capítulo tiene directrices para tratar de contactar con los Lamentadores, a fin de informarse sobre su semilla genética.

- Respetan profundamente a los Ángeles Oscuros, a los Puños Imperiales y a sus sucesores. Para ellos, estos capítulos han de ser el modelo a seguir.

- Desconfían totalmente de los Ultramarines y de sus sucesores. Hay un rumor persistente dentro del capítulo que afirma que Robot Guilliman tiene un plan secreto para arrebatarle el trono al Emperador. Esta teoría se apoya en la gran cantidad de capítulos descendientes de los Ultramarines, y en que muchos de ellos todavía veneran al primarca como su líder. Y si a eso le añadimos que la idea de dividir a los marines en capítulos procede del mismo Robot…

El grito del capítulo es “[i:30a31mqa]Sangre y honor”.[/i:30a31mqa]



[u:30a31mqa]Organización Interna. (Adaptando el codex AS)[/u:30a31mqa]

“[i:30a31mqa]Ese Codex dice muchas cosas, algunas han de creerse, otras no. Haced caso a la tradición del capítulo. Obedeced a vuestros superiores. Luchad con honor. Y dejad ese texto para los engañosos hijos de Guilliman.”
- Sir Alambert d´Assis, Sargento de instrucción.[/i:30a31mqa]

El capítulo se divide en doce compañías, cada una de ellas al mando de un Capitán, menos la primera, que esta bajo las órdenes directas del Barón, el señor del capítulo. Solo se diferencian en sus funciones, y no en la composición de sus efectivos. La segunda compañía tiene encomendada la defensa de Dafne Tercius, y la Quinta se encarga, entre otras cosas, de mantener el orden dentro del Sistema Dafne. El tratamiento entre marines suele ser de Sir.

Aunque el capítulo ya no practica la insanguinación, las instituciones de los sacerdotes sangrientos y de los capellanes no han sido modificadas respecto de la organización del capítulo originario. A los miembros de ambas órdenes se les denomina “Padres”.

El capítulo está liderado actualmente por Ethan de Armennes, también llamado Barón Lathorne, que significa “el que desgarra” en un dialecto local. Es un buen guerrero, aunque muchos critican su capacidad táctica, pues sus planteamientos de batalla son a veces muy directos. (Se aplican las reglas del comandante Dante.)

El predator Baal, ha pasado a denominarse “Beansidhe”, dentro de este capítulo. El nombre viene del chirrido que producen los cañones de asalto al disparar, que recuerda al mortal grito de la Banshee. Este capítulo prefiere colocar bolters en las barquillas laterales a lanzallamas.

Por razones desconocidas, el capítulo dispone de un número elevado de armaduras de Exterminador, por lo que todas las compañías disponen de ellas. Hay quien dice que Dafne Sixta, el mundo forja del sistema, dispone de una matriz para la fabricación de estas armaduras. Tampoco se ha aclarado por qué el capitulo solo cuenta con Dreadnoughts modelo pre-herejía.

El capítulo tiene una serie de restricciones dentro de las escuadras: No dispone de exploradores, y solo puede incluir Bibliotecarios en ejércitos de más de 2000 puntos.

La primera limitación viene, por un lado, de la consideración por parte del capítulo a las armaduras de explorador de “indignas” para un caballero; y por otro de un régimen de aprendizaje de gran dureza, que no permite al recluta incorporarse hasta que está totalmente preparado. El nuevo marine se incorpora siempre a la compañía que esté falta de efectivos, accediendo directamente a su servo-armadura.

La escasez de síquicos, endémica del capítulo, propicia que estos solo acompañen a regimientos muy grandes.

Por último, se pueden usar las reglas especiales de Mephiston para representar al bibliotecario llamado el “Heredero”. Según la tradición del capítulo, además de Sacerdote Sangriento, Asdrúbal era un poderoso psíquico. Se dice que su alma todavía vela a los Cisnes Rojos, y por ello, posee cada cierto tiempo a un bibliotecario, el cual pierde su identidad para pasar a ser el “Heredero”, el síquico más poderoso del capítulo. No pueden elegir más personajes especiales de la Lista de AS.

Pues eso, os pongo el trasfondo de mi capitulo, para que si alguien quiere y tiene tiempo (y ganas;) ) se lo mire y lo comente.

Un saludete.

la historia esta chula, me gusta... menos lo de los ultramarines xd:laugh:

Había oído llamar a Nuestro Venerado Primarca de muchas maneras. Pero "Robot" Guilliman es nueva. Me c**o en...

El transfondo está chulo, pero me chirría un poco éso que recluten adultos (Caballeros de Dafne y GI) cuando el proceso de Marinización sólo se puede aplicar a adolescentes. Pero bueno, éso es lo bueno del transfondo del universo 40k, es tan grande que siempre hay lugar para desviaciones del transfondo oficial.

Por lo demás me ha gustado (Menos lo de los Ultras, claro está), así que gracias por compartirlo con el resto de foreros. Te insanguino un karma.

Hey gracias Grimne, algún día quedamos para que puedas lavar el honor de tus ultramarinos... digo de tus ultramarines (Lo siento no he podido evitarlo;) )

No en serio, lo de Robot se me coló, siempre me fijo en el apellido que lo suelo escribir mal, y voy y la lio en el nombre.

Un pasote de transfondo, compañero, y lo de los ultras me ha encantado. BAJO LOS PITUFOS!!!