Concurso: Relatos!

15 años 3 meses antes #24433 por Janus
Respuesta de Janus sobre el tema Ref:Concurso: Relatos!
no, xq asi se pueden ir leyendo sobre la marcha.

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15 años 3 meses antes #24513 por Sidex
Respuesta de Sidex sobre el tema Ref:Concurso: Relatos!
Bueno comienzo yo con mi relato.

Se abren las puertas de metal, se oye el ruido de la descompresión, pronto entraría en un mundo totalmente diferente al que le había rodeado toda su vida.

Se abren las puertas y se nota un olor a humedad y a cerrado, recorro un pasillo largo hecho de placas de metal oscuro con conducciones de engría y aire a la vista recorriendo el metal desnudo como una enorme serpiente reptando por el techo.

Llego al final, se oyen voces, y veo un animado bazar, según había escuchado ahí se podía comprar de todo, desde esclavos de las mas diversas razas a tecnología xenica que vendía algún contrabandista o ladrón.

Doy un par de pasos y entre la maraña de callejuelas es como si me perdiera, de golpe de entre las sombras surge una figura medio vacilante.

Yo instintivamente acerco mi mano a la cartuchera donde esta mi pistola láser, otra de las muchas recomendaciones que me han hecho durante el viaje, nunca te despegues de tu arma y menos aquí.

El hombre se me acerca, apesta a alcohol barato de garrafón y viste unos viejos y raídos harapos, me mira con la mirada de un hombre que ha visto mucho y por desgracia lo recuerda todo como si fuera ayer, yo apretó la empuñadura de la pistola y el se para a unos pasos de mi percibiendo mi hostilidad.

- Os pido mil disculpas, pero por sus pinta parece perdido caballero, yo me ofrezco como guía para llevarle donde quiera, o como contacto en la ciudad, sin amigos aquí dentro o se puede hacer nada sabes.
- Gracias, pero ya tengo amigos aquí, solo los estoy buscando, me dijeron que están en el barrio del Knarloc furioso, si me pudiera indicar (porqué por mucho pesar que sintiera, perdido en esas calles era casi firmar mi muerte)
- Uy, ese barrio esta cerrado al público ahora mismo.
- ¿Como que un barrio esta cerrado?
- Es una larga historia, si quieres nos sentamos en ese bar y te lo cuento, jefe, dos jarras de cerveza de Kho!!!
- Eh? Como? Espera!
- Aquí las tienten, bien frescas
- Ahhh! Como lo necesitaba
- Eh? Espera, quien pagara esto?
- Vaya preguntas de hacer, jaja.
- Será mal nacido (dijo en voz baja)
- Pues como iba diciendo, el barrio esta cerrado a gente de fuera, al menos para su seguridad …
- (Buf al menos sacare algo de información de este tugurio

A la tercera garra de cerveza comenzó a hablar el pordiosero.

- Todo esto que ves (señalando el bazar y las calles polvorientas y abarrotadas de una variopinta selección de ciudadanos y escoria a partes iguales de todos los sitios de la galaxia y de todas las razas), es propiedad de Paulus (dijo en tono irónico).
- ¿Quien coño es Paulus y donde dice que todo esto es suyo?
- Es el constructor de todos esto, el y una coalición de empresas hartas del dominio imperial, con el pretexto de explorar asteroides, crearon una colonia oficialmente minera con una población de 10.000 trabajadores y servidores, en verdad la colonia ha ido creciendo y es lo que ves ahora mismo.
- No importa de quien sea todo esto, di porque esta cerrado el barrio?
- Ah, eso, pues la verdad no se nada, seguramente habrán disturbios entre bandas de mercenarios o habrá un escape, Paulus es de los pocos humanos adinerados que no trata a todos los demás por debajo de el como si fueran escoria.

Al rato me levanto después de pagar la cerveza y me dirijo a una pensión próxima a los hangares donde la nave de carga me había dejado, cuando no e hecho más de tres pasos el pordiosero me sigue y le pregunta oque porque lo hace, ya le pagado la cerveza.

- Escucha joven, ve con cuidado, este sitio es peligroso, si necesitas algo ve a la calle de los mercaderes Tau, al final del todo hay un edificio oscuro y destartalado, si necesitas cualquier cosa yo estaré por ahí, pero recuerda sobretodo esto, nunca, repito nunca entren en territorio eldar, esos hijos de xeno no sabes que traman, y casi todo el mundo que entra en su sector sin mostrar mucho armamento y muchos hombres, no dura mucho, ahí solo se puede ir cuando hacen combates de gladiadores y ni así estarás seguro, tómatelo como un regalo.

A continuación se fue entre la multitud, y yo entre en la pensión del rifle roto regentada por una señora gorda con aspecto de sapo que me miro con recelo, al girarse completamente observe un brazo biónico, seguro que esa señora tendría más contactos ahí dentro de los que parecen a primera vista al ver en nivel del edificio.

- Muy buenas señora, quería una habitación (dije con mucha amabilidad)
- Serán 60 créditos imperiales por noche, se prohíbe hacer ruido, y tener más de dos armas por habitante y nunca provoques problemas o lo pagaras caro.
- Claro señora (le dije con desconcierto)
- Tome esta tarjeta, su habitáculo es el 419.

Todo el resto del día me lo pase en la habitación observando la calle desde la ventana, el bazar siempre bullía de actividad y las bandas de mercenarios se contaban por decenas, todas las razas, orkos, humanos, y otros que no conocía de nada, había unos de color azul paseando por las paradas, también habían otros con aspecto de pájaro o de bestia salvaje, ahí se notaba que la ley imperial no era vigente.

Al día siguiente fui después de desayunar en el bar del otro día hacia el barrio del Gran Knarlock para encontrar a mis amigos, el mensaje que me enviaron para que viniera con todas las instrucciones para llegar aquí me llego hace semanas, pero total, en la apestosa ciudad donde estaba no hacia nada, solo tuve que reunir el dinero y conseguir un pasaje de tercera en un carguero que iba en dirección a la estación ‘’minera’’, decían que se necesitaba mis habilidades, n ose cuales, solían decir que tenia buena puntería, pero que me faltaban nervios para soportar los intercambios de tiros entre grupos.

Llegue a la entrada del barrio y la gente se movía por el sin ningún signo de lucha o peligro, fui hasta el bloque 36, habitáculo 78, ahí me reuní con mis compañeros.

- Muy bien este es el plan, contamos con tigo?
- Estas rematadamente loco, quieres que entremos al barrio de los pieles verdes y nos pongamos a pegar tiros para entrar en una casa fortificada de nose que caudillo con nombre raro para recuperar unas piezas de tecnología que unos tíos raros te han dicho que te compraran, estas jodidamente mal de la cabeza!!!
- Tranquilo, se que lo tuyo no es la acción por lo que tu solo nos apoyaras desde lejos, te encargaras de los centinelas con un rifle y poco mas, recibirás un 18% de lo que obtengamos, el resto para nosotros 8 que hemos de entrar ahí.
- Pero tu has visto ese sitio, si solo e visto tenderetes de cerveza verde y de armas, e visto pistolas ahí del tamaño de de un lanzagranadas, es un suicidio, lo que me sorprende es que no hayan arrasado ya la estación esa escoria.
- Por eso estate tranquilo, las patrullas grises de Paulus eliminan cualquier combate muy prolongado a demás de cada raza eliminaría a cualquier grupo numeroso de otra raza que entrara a liarla en su barrio. Pues lo que decía te apuntas, no?, ahí tienes el rifle láser con la mira, aquí el plano del sitio donde te apostaras, nosotros ya tenemos nuestra propias armas (luciendo una impecable (pistola bolter), mañana a las 18 horas de la estación, no nos falles que ya no nos podemos echar a tras nosotros, y venga vete que tenemos que ir a buscar los últimos complementos de tipo BOOM, ya sabes, como en Dakesh.

De golpe me encontré en la calle con un rifle láser en las manos y un objetivo que hacer, matar a un orko es difícil, de lejos y con una arma ligera aun mas, vaya mierda.

Me dirigí a mi posada cuando me acorde del viejo del primer día, tendría que ir a ver que puedo hacer, si matan a mis compañeros por la mierda de arma que tengo no me lo perdonare.

Al final encontré el barrio tau, tenia unos cuantos edificios blancos y de curvas estilizadas que parecían oficinas de los mercaderes, también al pasar por los pórticos de entrada observe a varios guerreros en defensas estáticas y otros patrullando, hasta que vi a uno sacarse el caso y ver que era azul, por el Emperador si eran esos tan raros que vi el otro día.

Me dirigí al final de la calle de los mercaderes y llegue a la edificación, por llamarla de alguna manera, antes de entrar ya me esperaba el viejo borracho.

- Sabia que vendrías, se te ve fácilmente desde la ventana, los que vivimos aquí somos mas cuidadosos y los tau son de otro mundo sencillamente (respondiendo a mi pregunta no formulada de cómo es que ya estaba ahí).
- Necesito algo más potente que eso (enseñando el rifle).
- Veo que eres un chiflado de las armas jeje, has venido al lugar idóneo, acompáñame.

Entramos a una habitación, con una pantalla conectada a una computadora muy rara, parecía muy vieja, aunque incorporaba artes desconocidas.

- Para que tipo de combates la quieres? (me pregunto con ironía, quizás veía que no era de los de primera línea de fuego)
- Mucho alcance y precisión, algo fuerte para reventar orkos.
- Veo que no simpatizas con la raza verde, has venido a buen lugar, conozco un mercader tau que a traído nuevas cosas, te hará un buen precio si le dices que es para los orkos.
- Y tú que sacas?
- Yo? (dijo de forma ofendida, muy teatralmente)
- Si, aquí no creo que los humanos hagan las cosas gratis, ya me hiciste pagar la cerveza, que será ahora?
- La verdad es que al principio te hubiera pedido200 créditos por la información y los contactos sin contar el preció de la arma, pero si me traes una muestra de que el caudillo orko Jadaff esta muerto, no te cobrare nada, esa escoria me debe mucho, estoy en estas condiciones por hacer tratos con el, tranquilo, se que es difícil, tomate tu tiempo para traerme su cabeza (dijo con una sonrisa), se que igualmente vas a por el.
- Su cabeza (dije horrorizado)
- Si, venga que te llevo a ver al mercader.

Salimos de la habitación en dirección un pequeño edificio gris de hormigón, parecía que su negocio no era tan importante como la de los demás mercaderes de su raza. Durante el camino me pregunté si fiarme de el, como sabia lo de que tenia que luchar contra sus chikoz, un psico?, no creo, pero en ese lugar todo podía ser.

Llegamos al lugar y un humanoide con plumas nos guió hasta el mercader.

- Veo que necesitas algo humano, la última vez que nos vimos me hacías la competencia para vender arma a una banda de mercenarios humanos.
- Hace mucho de eso, como de cuando te aparte de la trayectoria del grox desbocado viejo amigo.
- Siempre igual Karl (dijo entre risas).
- Vengo a comprar, la charla para otro día, este mozo necesita alguna maravilla de tu mundo para reventar cabezas orkas desde lejos.
- OH veo que has traído a un tirador para el bien común.
- No exactamente, pero matara orkos que eso te interesa.
- Claro que si, haber que tenemos en el almacén, solo tengo una cosa y la encontré el otro día detrás de unas cajas, hace mucho que lo traje y esta viejo pero supongo que aun funcionara, te lo dejo por 300 créditos de los tuyos, 250 por venir con quien vienes.


Sin darme cuenta volvía a estar en la calle con el armas polvorienta en mis manos, y mis bolsillos vacíos, no podía ser que cada vez que la situación se salía de mi contra la situación acaba jodida , ahora en vez de un rifle láser tengo un rifle sucio y viejo que no se ni como funciona.

- ¿Como funciona esto? (le pregunte al viejo antes de entrar en su edificio)
- Hijo solo le has de dar al botón rojo de encima del gatillo y apuntar por el visor, pero cuidado con el retroceso, los cargadores son fáciles de encontrar por el bazar (y se metió dentro)

Como no sabia que hacer me fui a la pensión y por el camino vi. Un callejón, entre para ver si podía al menos hacer alguna practica de tiro cuando me siguieron dos tipos con pintas de hoy voy a tener problemas, asustado camine hacia atrás hasta llegar a la pared de al final del callejón, apreté botón rojo y apunte con los ojos medio cerrados cuando uno ya estaba demasiado cerca para mi gusto y mas con el hacha roñosa que llevaba,. El tiro fue limpio y casi insonoro, en el pecho se veía un enorme boquete y el malhechor se desplomó, el otro salio corriendo pero volví a disparar e impacto en un muslo, la sangre salio rápidamente de la arteria hasta morir en pocos segundos, estaba alucinado por esa arma, era increíble e iría de perlas para la misión, me acerque al mas próximo dispuesto a reventarle la cabeza cuando apreté el gatillo y no disparo nada, perfecto, la mejor arma que tenia y solo me venia con dos proyectiles, tendría que acercarme al bazar, pero primero pasaría pro la pensión.

Al llegar y ver a la señora me acorde de lo de máximo dos armas, por lo que me fui dirección al bazar sin pasar por mi habitáculo. Vendería el rifle láser y la mira telescópica por separado, a ver si sacaba suficiente para los cargadores. Llega a lo que parecía una armería regentada por un tío enorme, le dije lo que quería y saque 150 créditos de todo y de paso me fui a otra tienda donde vi que el propietario era azul, ahí tendrían lo que necesitaba, a los diez minutos y después de regatear por el precio tenia7 cargadores y solo 60 créditos en el bolsillo para esta noche en la pensión, espero que todo vaya bien.

Al día siguiente a la hora acordada entre en el bloque abandonado de habitáculos y me coloque en una décimo novena planta, escrute el objetivo y vi a mis compañeros escondidos haciéndome señales. Comenzaba la acción. Cargue un cargador, apreté el botón rojo, apunte y dispare, un centinela puesto en una torreta se desplomo, parecía que nadie se había dado cuenta, el plan marchaba bien. A los 4 centinelas muertos, el grupo de mercenarios entro por una ventana y a partir de ahí todo estaba hecho ya por mi parte, de vez en cuando disparaba a algún orko que se veía pro alguna ventana o que intentaba entrar, pero eran pocos, la acción ocurría dentro, donde se escuchaban muchos disparos y gritos, más que por el dinero, espero solo que salgan de una pieza, aunque lo dudo con tanto disparo.

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15 años 3 meses antes #24518 por Grimne
Respuesta de Grimne sobre el tema Ref:Concurso: Relatos!
¡Jajaja, qué bueno! :laugh: ¡Karma!

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15 años 3 meses antes #24535 por Darius
Respuesta de Darius sobre el tema Ref:Concurso: Relatos!
me ha gustado mucho, y me encantan los finales abiertos! Karmapatitambien!:laugh:



aki va el mio, a ver si os gusta.:P

La dorada luz del alba de los dos soles gemelos se filtraba a través del polvo y la escoria que flotaban en el denso aire de color carmesí. Carne y sangre humanas manchaban cada centímetro del suelo ya impío de la antigua ciudad imperial como le había prometido a su señor, pero no aquella sala… aquella sala no.

Yassariel dejó caer el cuerpo exhausto y cuasi inerte de la diablilla y se incorporó lentamente. Los gruesos colchones silbaron cuando la enorme masa del paladín abandonó su mullida cama y se dirigió desnudo a la gran balconada de mármol blanco. Muy por debajo de él, sus legiones de guerreros exterminaban los últimos reductos de guerrillas urbanas terminando así con la inútil y vacua resistencia imperial. Aguardó expectante hasta dejar de oír las esporádicas y agónicas ráfagas de láser o el casual estallido de un mortero ser brutalmente acallados por los hipnotizadores aullidos de las armas sónicas.

El palacio imperial era una de las pocas construcciones que aún quedaban en pie por mandato expreso del paladín y sus estilizados capiteles rasgaban el cielo sobresaliendo de entre las ruinas de lo que antaño fue la esplendorosa capital de Ignis IV. Ahora, irguiéndose por encima del esqueleto de un país en ruinas, Yassariel sonrió. Este mundo era grande y la escasa guarnición de defensa planetaria se había concentrado en la ya devastada capital… Ignis IV le gustaba, y se quedarían cierto tiempo en él.

Avanzó por la amplia balconada sobre la masa de desnudos cuerpos babeantes de hombres y mujeres demasiado drogados o extáticos como para sentir dolor y se detuvo a medio paseo, junto a un hombre borracho y semiinconsciente que aún lucía escasos jirones del uniforme de la milicia de defensa y que pugnaba por incorporarse a pocos centímetros del borde. Yassariel se apoyó a su lado con gesto distraído, le empujó suavemente y disfrutó viendo cómo, con un ahogado chillido de terror, el desafortunado esclavo caía al vacío y se deshacía contra el rococemento en la explanada del patio interior. Disfrutó… Era extraño, pues hacía ya diez milenios que luchaba por el príncipe del Caos y pocas cosas le proporcionaban aún placer.

Yassariel suspiró con aire paternal y gesto casi tierno al observar a sus guerreros aclamar su nombre cuando el impacto del improvisado proyectil humano les hizo levantar la mirada hacia el cielo. Allá abajo, Emminizaish clavó en él los orbes escarlata que eran sus ojos y asintió. Respondiendo a una orden silenciosa, el paladín regresó al dormitorio con paso lento y calmado deleitando su vista con la recargada decoración gótica del interior de los pasillos mientras caminaba por el palacio del antiguo Gobernador Kruever. Emminizaish representaba el anhelo final que devoraba inexorablemente las vísceras de Yassariel; el último exvoto de una Era al servicio del Príncipe Oscuro de los Excesos que culminaría, tras la ofrenda de toda la población de Ignis IV, con el regalo de la demonicidad.

Cerca… tan cerca… que podía ya acariciarlo como acariciaba las paredes, antes sobrias y grises que ya comenzaban a exhibir las magníficas influencias del mismo Caos, a su paso. Las estriadas columnas comenzaban a retorcerse, y las blancas y estiradas estatuas de mortales olvidados hacía una eternidad, a mutar en burlescas y sugerentes imágenes andróginas de gárgolas y demonios. Entró en el enorme e inmaculado dormitorio y rodeó la cama en silencio. La diablilla estaba tendida desnuda sobre la cama y aún jadeaba pesadamente con su perfecto cuerpo lascivamente sudado y su bello rostro tierna e infantilmente sonrojado. De de sus labios negros sobresalían dos pequeños colmillos blancos que no desmerecían en absoluto su belleza.
Un sugerente susurro atrajo la atención de Yassariel hacia la esquina cubierta de tapices en la que su armadura aguardaba expectante, sabiéndose protegida, protectora y amante más cercana que la favorita del paladín que descansaba en el blanco lecho.

Yassariel admiró su brillante armadura que descansaba en un soporte cuidadosamente colocado sobre cojines y telas inmaculadas y se inclinó sobre ella tomándola de la mano. El guantelete blindado ofreció una suave resistencia pícara y después se desprendió del antebrazo. Yassariel sonrió condescendiente y acarició el suave peto de un pulcro color rosa. El edificio tembló bajo el último impacto de algún basilisk condenado y algunas teselas doradas se desprendieron de los cambiantes mosaicos del techo, mas el paladín no mostró reacción alguna. Comenzó a calzarse la servoarmadura con parsimonioso proceder, comprobando cómo aquellos desperfectos sufridos en cada una de sus pulidas piezas habían cicatrizado y desaparecido a la par que sus propias heridas. Cada pieza se sacudía gozosa mientras cubría poco a poco el cuerpo de Yassariel. Por fin, abrazado por su uniforme acorazado de batalla, se echó el bolter al hombro y colgó sus espadas cruzadas en el arnés de su pecho. En ellas, la esencia de Hebradanahash, hermano encadenado de su Gran Demonio Emminizaish, se convulsionaba y maldecía silenciosamente mientras le susurraba sus enfermizos deseos de venganza contra el Guardián de los Secretos. Hebradanahash era su arma y su consejero.

Antes de salir, acarició la delicada cabeza del demonio durmiente y notó la calidez de su piel y la suavidad de sus cabellos aun a través de la dura ceramita orgánica de sus guanteletes.
- Shabashaeth …- susurró.
Luego la besó en la mejilla y salió de la habitación.


Las legiones de los Hijos del Emperador aclamaron su nombre en cuanto las grandes puertas del patio, remachadas de plastoacero y adamantio, se abrieron ruidosamente revelando su presencia ante los cientos de guerreros allí reunidos, todos los cuales participaban orgullosos y nobles de la suprema perfección del Caos. Pronto, la luz comenzó a disminuir y la sombra alargada de las grandes naves imperiales se proyectó contra el palacio a la par que los canales de comunicación cobraban vida súbitamente.

-”Habla Curio Tauro, Capitan de la Cuarta Compañía de Batalla del Capítulo Ultramarines a Ignis IV, repito, aquí Cuarta Compañía de los Ultramarines a Ignis IV. Respondan, cambio”-

Yassariel miró hacia el gran demonio, bajo cuyos perfectos dedos extendidos colgaba lánguida una mujer cual desmadejada marioneta sostenida por hilos invisibles de deseo en cuyo rostro el paladín sólo veía la súplica miserable de una mente rota por los excesos físicos y psíquicos de Emminizaish y ansiosa por más. La prótesis biónica de su brazo derecho había sido arrancada, pero no parecía darle importancia. Retrayendo los labios con cada movimiento de los dedos del Guardián de los Secretos, ésta tomó el micrófono en sus manos y lo conectó…

-Aqui Evina Áurea, Agente del Ordo Heréticus, Protocolo de encriptación Omnis Maximus con Código Inquisitorial 378-x23B7768 desde el último bastión imperial en Ignis IV a Curio Tauro, Capitan de la Cuarta Compañía de Batalla de los Ultramarines.- La boca del demonio se movía sin voz mientras pronunciaba sus palabras a través del profanado cuerpo de la inquisidora -Precisamos refuerzos inmediatamente en nombre del Emperador, Cambio-

Yassariel apretó la mandíbula y observó expectante a Emminizaish mientras éste trataba de nublar los sentidos y alterar el juicio del líder de la cuarta… Discurrieron segundos que parecieron horas hasta que el gran Demonio abrió los ojos y se relamió los labios con su larga y viscosa lengua tentacular. La radio chasqueó brevemente por la estática y luego habló;

-Código confirmado. Mensaje recibido hermana inquisidora, seguiremos su señal. ¡Por el Emperador! Cambio y cierro!-

Yassariel profirió una sonora carcajada al aplastar el aparato de comunicaciones de los imperiales y se dio la vuelta en dirección al palacio. Emminizaish dio un paso hacia el paladín y apoyó con delicadeza una de sus gigantescas pinzas en su hombrera lacada

“Me lo prometiste…” susurró, casi dolido, en su mente…

-Es tuya- Dijo -Haz lo que te plazca con ella.-

El Guardián de los Secretos tomó el cuerpo de la Inquisidora y la apretó contra sus pechos, perdiéndose en el interior del palacio. Yassariel la compadecía y la envidiaba a partes iguales. Siguió riendo mientras acompañaba a sus guerreros al interior del edificio. Rió cuando las grandes puertas se cerraron y rió cuando Hebradanahash gimió de placer en sus manos al salir chirriando de sus vainas.

El escenario estaba dispuesto... El sacrificio había sido convocado… El premio, sólo había que tomarlo….



Y cuando Yassariel ascendiera, los dos estarían juntos para siempre…

- Shabashaeth …-

Envio editado por: Darius, el: 2009/01/12 13:22

Envio editado por: Darius, el: 2009/01/12 13:27

Si me quieres... BAJAME EL KARMA!!!
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15 años 3 meses antes #24543 por Janus
Respuesta de Janus sobre el tema Ref:Concurso: Relatos!
muy buenos los dos chicos. A ver si se va apuntando mas gente!

[img:rl5ziuli]http://www.letaniadesangre.com/firmas/firma02.jpg[/img:rl5ziuli]

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15 años 3 meses antes #24600 por Simud
Respuesta de Simud sobre el tema Ref:Concurso: Relatos!
Hola compañeros. Aqui os dejo mi aportación al tema a ver que os parece y gracias a la inquisición por sus consejos.

“Intentar abarcar la galaxia es como intentar abarcar todo el agua del mar en tus manos, todo tiene una jerarquía condenada a fracasar, suplantada por otra, condicionada por los pequeños detalles que envuelven nuestros actos y que escapan a nuestro control”.

++ Localización: Segmentum Ultima (brazo de Centaurus) ++
++ Sistema: Antequea ++
++ Planeta: Delios I ++

- No entiendo que pretenden demostrar con su terca costumbre de no aceptar una derrota. Su ignorancia les costará la vida -.
La voz del gigante resonó profunda por su vocorrejilla al tiempo que una sombra centelleante se le acercaba por la espalda.
- No les juzgues a ellos, juzga a sus autodenominados líderes, son ellos quienes convierten su sangre en material sin valor. Tarde o temprano ellos se darán cuenta también de que no tiene sentido luchar por Su legado, pronto habremos acabado aquí-.

La altura del edificio en el que se encontraban era admirable, el gigante expresaría su opinión al respecto en otro tiempo como una forma pomposa y detestable que tenían algunos gobernadores de exprimir a sus ciudadanos hasta el último aliento para mantener sus efímeras vidas empapadas en lujo, ahora, tan solo era otra ruina humeante.
-Bien, durante largo tiempo estuvimos engañados, realizamos sacrificios incomprensibles para hombres corrientes como ellos, todo para acabar siendo escupidos en la cara con su indiferencia, tuvimos incluso que luchar contra nuestros semejantes… pero, nuestra fuerza los iluminó, les dejaremos ahora un claro mensaje sobre nuestras intenciones-.
- Este mundo está a punto de doblegarse para mayor gloria, ¿qué ordenáis señor?-, continuó el gigante encapuchado que le acompañaba.
-Acelerad el proceso, si esto sale bien nuestro maestro alcanzará por fin la mayor recompensa de todas las glorias y yo seré el nuevo guía de nuestros hermanos.-
Hizo un ademán con la mano para que su acompañante le dejara solo con sus pensamientos mientras empezaba a esbozar una leve sonrisa, -El utilizó sangre y carne humana para construir un imperio, que ironía que ahora yo los necesite para destruirlo…-.


El comisario Johna no cejaba en su empeño por acabar con la chusma traidora que les presionaba, confiaba en sus hombres y no podía permitirse que flaqueasen, pero sentía que algo iba mal, como si hoy estuviesen caminando sobre sus tumbas.
- ¡Y en los momentos más aciagos no decaeré por que Tu guías mi mano!, ¡adelante soldados, sois hombres que luchan por su honor y a la muerte no temeréis pues su gracia os ilumina, ¡ahora cargad por el Empe…!- súbitamente un sonido infrahumano desgarró el escenario de combate. Johna lo percibió como el sonido que despediría la garganta de la mismísima muerte y quedó paralizado por un momento, no solo él, ¡todo el mundo había parado!, el sonido de las balas y el retumbar de los cañones enmudecieron por un momento ante la potencia de aquel terror.
Reuniendo algo de valor Johna alzó su vista lentamente por encima de las cabezas de sus enemigos en dirección al palacio del gobernador planetario, según lo hacía los ojos se le empezaron a llenar de lágrimas y cuando por fin, abrumado, alcanzó el origen de sus temores, todo se sumió en la oscuridad.



++ Localización: Segmentum Ultima (brazo de Centaurus) ++
++ Sistema: Antequea ++
++ Flota asignada: 605º expedición Luz del Astronomicón ++

-Salto disforme completado, destino…sistema Antequea- una voz femenina e impersonal resonó por los vocotransmisores del navío. El transcurso del viaje sucedió sin ningún problema, salvo por unas pequeñas turbulencias mientras atravesaban el éter.
El comandante de la flota Amelion Cugtus a bordo de su acorazado salió de sus pensamientos cuando volvió a divisar el manto de estrellas y vacío que se extendía ante sus cristaleras, estas le devolvieron su reflejo cuando se acercó, dejando ver un rostro de porte serio y pensativo. La sala de mando en la que se encontraba era hexagonal, de forma que se podía divisar el espacio en un ángulo de casi doscientos setenta grados, un leve zumbido reinaba constantemente en el habitáculo debido a la gran cantidad de paneles de control existentes, los cuales necesitaban una refrigeración continua.
- Activen sistemas de escaneo de largo alcance –ordenó gravemente.
Unos paneles emitieron un destello de color verde y se iluminaron a su alrededor, los dispositivos de registro emitían una señal neutra ya que no recogían ningun signo de actividad dentro del alcance. Un holograma de un orbe apareció en mitad de la sala y empezó a aparecer información actualizada del planeta al que la flota se acercaba, aquel al que supuestamente debían acudir.

+++ Planeta: Delios I +++
+++ Dist. Orb. 2.45 UA+++
+++ Situación: Atmósfera inestable, iniciando protocolo epsilon-seis, movimientos geológicos a escala planetaria, se recomienda…+++

-Que extraño…-murmuró Amelion. Conectó su emisor, - operador intente establecer un canal con la capital planetaria del lugar-, continuó.
Hasta el momento solamente habían escuchado silencio por la radio, no respondía nadie ni nada a las llamadas que realizaban al misterioso planeta y los astrópatas tampoco recibían nada, aun que estaban extrañamente inquietos por la impresión que les proporcionaba observar el mundo, bastante más de lo normal.
- Al habla el comandante del navío, aproximación a órbita superior, alerta gamma, todos los hombres a sus puestos- inmediatamente empezó a percibir la actividad de su nave que acompañado por un crucero clase lunar se ponían en órbita, mientras tanto las naves escolta ejercían labores de rastreo y salvaguarda.
Amelion se asomó de nuevo a la cristalera acompañado esta vez por el capitán Erutos al cargo de la 63º compañía de la Guardia de Acero, una fuerza de renombre en las guerras del mundo Cadia, era un hombre robusto de complexión fuerte y mucho más alto que un hombre normal, vestía una capa de cuero embellecida con faldones en los hombros y distinguidos galones en el pecho.
Ambos observaron en el exterior la esfera a la que se dirigían, era una visión espectacular.

Según la información que poseían el planeta debía estar compuesto en un ochenta por ciento por terraformaciones con enormes desiertos de ceniza industrializada y amplias explotaciones mineras, el hogar de más de trescientos millones de trabajadores imperiales atrincherados en sus colosales ciudades colmena sin posibilidad de poder aspirar a algo mejor.
Viendo el planeta que tenían delante jamás hubieran pensado haber llegado a su auténtico destino pero la fiabilidad quirúrgica de los sistemas de escaneo contradecía sus impresiones. La atmósfera presentaba un color rojizo, en la que periódicamente aparecían masas parecidas a tormentas eléctricas de un color violeta iridiscente, salpicada por inmensos arcos de energía multicolor que recorrían casi el planeta de polo a polo y de nuevo se volvían a disipar.
Cada claro que se producía en el cielo era aprovechado para que los sensores ópticos de fotografía permitiesen una captura en imagen de la superficie.

-¿Qué opina de esto comandante?- preguntó Erutos.
- Me preocupa que no responda nadie allá abajo, nuestros mensajes están codificados con la misma señal que la trascripción que recibimos-
-Si - resopló el capitán – el silencio nunca es buena señal -.
-Sinceramente, no sabría que contestar, puede que lo hayan bombardeado pero no se parece en nada a lo que yo o la Tempestus hayamos visto antes- contestó Amelion recogiendo los primeros pictogramas que se habían recabado, en ellos se apreciaban unos inmensos vacíos en la corteza planetaria y grandes fisuras, - quizás esas señales en la tierra solo sean fruto del trabajo que se llevaba a cabo en el lugar pero… ¿y qué pasa con el cielo? - continuó.
- Ordenaré a mis hombres que se preparen, enviaré la primera avanzadilla en quince minutos, no tiene buena pinta así que habrá que estar preparados-.


Una sirena empezó a sonar en los camarotes y bodegas donde los guardias imperiales residían.
“Al habla el capitán Erutos, preparen avanzadilla de exploración, aseguren protocolo alfa-veintitres”, la voz resonó profunda por los altavoces,-¡muy bien señoritas, se acabaron las vacaciones, que todo el mundo se ponga en pie!-, vociferó uno de los sargentos, rápidamente los guardias salieron de sus camarotes listos para recoger su equipo formando la primera avanzadilla preparada para partir.

Un pequeño enjambre de naves zarpó del acorazado en dirección al misterioso planeta, su objetivo era soltar la carga en el continente principal, Arecnes.
Los informes de los primeros grupos de exploración empezaron a llegar a las pocas horas a raudales al centro de comunicaciones de la sala de mando, los servidores encargados de dicha cámara estaban acostumbrados a manejar información a un ritmo vertiginoso gracias a sus implantes neurommemónicos, filtrando los documentos y haciéndolos legibles.
Un tecnoléxico mitad hombre mitad máquina cubierto por una túnica ocre se acercó al comandante haciéndole entrega de la información recabada, Amelion quedó estupefacto y sin mirar al capitán imperial se los entregó.
-Maldita sea- rugió Erutos mientras apretaba los informes en su puño arrugándolos y resignándose a la situación – Esto es suficiente, deberíamos comenzar una ofensiva a gran escala - continuó, - es nuestro deber cumplir la misión que se nos ha encomendado comandante-.
Amelion se giró hacia el astrópata que presente en el escenario, estaba gimoteando y un hilillo de sangre le salía por uno de los orificios de la nariz, - manden un mensaje de nuestra situación a Nemesis Tessera, ¡a prisa!, sea lo que sea a lo que nos enfrentamos de momento estamos solos-.
Una piloto rojo se encendió en los monitores de seguimiento personal de las tropas de tierra. Erutos apartó bruscamente a un servidor y se encaró al panel, -¡grupo GE-veintitrés informe!-ordenó.

La nave de transporte se zarandeaba bruscamente a medida que penetraba en la atmósfera, en el interior, las gruesas cadenas y los pistones que mantenían sujeto al Chimera gruñían al tensarse, los guardias se esforzaban por no marearse y por contener en su interior sus líquidos estomacales, unos gruñían, otros cerraban los ojos y esperaban a que el inmenso ruido cesase y algunos incluso emitían alaridos de júbilo, el calor era asfixiante,- vamos doncellas no se cansen tan pronto, el baile apenas ha comenzado-, vociferó el sargento adjunto.
Mientras descendían, los guardias iban recibiendo las últimas órdenes de su superior, recabando toda la información que entendían por encima del ruido. Todo estaba dicho, los guardias imperiales estaban listos, solo aguardaban a una cosa, que se abrieran las compuertas de la nave.

El Chimera paró un momento, había recorrido treinta y dos kilómetros de estepa desértica y no había encontrado nada más que máquinas abandonadas y estaciones vacías, en frente se encontraba una de las principales plantas de refinamiento de europtita del continente, los sistemas del vehículo no detectaron movimiento de ninguna clase, ni emisiones térmicas ni radiactivas, nada. El transporte blindado avanzó en dirección a la colosal estructura rodeando los enormes portones que supuestamente albergarían las gigantescas máquinas de explotación en su interior para llegar a la entrada de personal y material minero. Con un ruido hidráulico se bajó el portón del transporte y los guardias formaron en el exterior esperando para entrar y evaluar la situación del edificio. Tras un par de horas salieron de nuevo al exterior.
-Señor hemos verificado que las instalaciones están vacías, bueno…salvo por todos esos cadáveres, parece como si…señor, parece como si se hubiesen matado entre ellos-, informó el guardia imperial.
- Está bien muchachos, no sé que clase de locura habrá llevado a esta gente a acabar así, comunicaciones informe a órbita, nos marchamos al siguiente punto de control-.

-Manteneos despiertos, no quiero que ninguno más de esos lunáticos salten sobre nosotros empuñando perforadoras-.
El transporte, seguido por otros dos grupos de exploración más, avanzaba lentamente por la carretera moviendo la torreta de izquierda a derecha en busca de un posible hostil, atentos a todos los movimientos que detectasen por los monitores los artilleros de su interior escudriñaban los edificios medio en ruinas y visiblemente abandonados mientras los soldados se acercaban a la estación energética encargada del suministro eléctrico de la colmena.
-Señor, hemos recibido noticias de los GE-doce y cuarenta y siete, vienen de camino-.
-Muy bien, ¿sabemos algo de los GE de la capital?-.
-No desde la última transmisión señor, lo seguiré intentando- contestó.
El interior estaba en penumbra ya que las mayorías de las compuertas automáticas que dejaban pasar la luz exterior al recinto estaban cerradas, toda una ciudad los observaba desde la oscuridad, en silencio, y no había ni rastro de sus antiguos ocupantes.

-Aquí grupo de exploración GE-veintitrés, repito aquí…-
-Comunicaciones, siga intentando contactar con las tropas de la colmena hasta que obtenga algo, ¿entendido? -
-Si señor, algo debe de interferir en las comunicaciones de este maldito lugar, no consigo una transmisión clara-.
-Señor tenemos un problema un fantasma en el camino-, interrumpió el conductor.
Era una forma vulgar de decir que había un posible superviviente y que se encontraba justo delante.
-¡Bajen la trampilla!-.
Dos guardias bajaron y se acercaron con cuidado a la espalda del individuo, uno de ellos posó su mano en el hombro del extraño cuando de repente la figura se giró y salto sobre él, aquel hombre arrojó con fuerza al guardia imperial al suelo para intentar
ahogarle mientras le lanzaba mordiscos a la cara.
-¡Joder!-, el compañero disparó su rifle láser dejando sin vida el cuerpo.
-¡Me cago en…¿pero qué demonios?!, casi me muerde tío-, dijo el guardia mientras se despojaba del cadáver.
- No, casi te cagas- le contestó entre risas.
-¿Qué ha pasado?- preguntó el sargento desembarcando junto con otros cuatro guardias.
-¡Señor mire!, tiene el uniforme de las FDP…fuerzas de defensa planetaria-.
-Déjeme ver, si, eso parece, está bien métanlo en la bolsa y continuemos.-
Estaban a punto de embarcar cuando empezó a ocurrir algo extraño. El cielo se tornó más rojizo y decenas de luces parpadeantes se encendieron entre los escombros de las ruinas, el sargento aguardó un momento cuando empezó a ver decenas de figuras emerger de entre la penumbra.

En la sala de mando la tensión podía palparse por la situación, -¡GE-veintitrés informe…!- repitió Erutos esta vez más contundente.
- Aquí GE-veintitrés… a orb…nos at…can…-la señal se entrecortaba por las interferencias- …no sab…mos…donde… han sal…o…-ruidos de disparos resonaron por los altavoces-…he…os……..bajas per…pa…ce…los estamos conteni…o…son…-se volvió a entrecortar la comunicación.
-¡Maldita sea hagan algo con la transmisión!- gritó el capitán enfurecido a los servidores que filtraban las comunicaciones.
-Señor han aparecido más…son traidores, han enloque…do, nos reti…mos a la ZA-calló de nuevo.
-¡Continúe!-ordenó Erutos.
-Están cantando…espere… por el Emperador, ¡están aquí!…-la comunicación se cortó definitivamente.
-Está bien, capitán es hora de actuar, almirante…- Amelion empezó a organizar a sus subordinados para que preparasen el desembarco.
Erutos mientras tanto ordenaba a las tropas de superficie que se retirasen a los transportes inmediatamente cuando observó mientras hablaba por su comunicador que la pantalla que mostraba las USP (unidades de seguimiento personal) se iban tornando color rojo en varios grupos de exploración.
-A todas las unidades de superficie, retirada a las ZA, repito, retirada a las ZA, inmediatamente, procederemos con el protocolo de desembarco sigma, cambio y cierro- concluyó.

Envio editado por: Simud, el: 2009/01/28 16:05

La victoria se mide con sangre, sea tuya o la de tu enemigo.

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