Partida de Rol de Warhammer 40K

Odio los posts dobles.

Envio editado por: Inquisidor Cornelius, el: 2008/05/07 17:52

Andando por el campamento, tranquilamente, mira alrededor de toda la gente. Había varios soldados lamentándose de sus heridas. Otros comentaban el horror que habían visto... Algunos que habían participado se jactaban de su victoria, mientras enseñaban a algunos novatos sus cicatrices.
-Paletos, no sabrían defenderse de una cucaracha armados con un cañón automático, pero si hay algo que saben hacer, es jactarse... El Emperador tomará cuenta de ellos y con esa actitud no tardarán en llegar a sus gloriosos brazos-pensó Eddard para sus adentros.
Siguió andando. No tardó en ver a un grupo de reemplazos del 3º Cuerpo de Infantería Valusiana, que lucían su uniforme prácticamente nuevo, y hacían la guardia.
Comentaban la batalla de hoy como si hubieran estado ahí, creyendo que ellos sabían dirigir mejor las tácticas llevadas a cabo.
Dispuesto a entretenerse tras la dura batalla, Eddard se acercó con una sonrisa dibujada en su rostro.
-Deberían haber realizado un pinzamiento múltiple-vociferaba uno
-Más bien deberían haberse dividido para rodearles por los flancos, y luego dirigir sus ataques al centro-Decía otro, y que obviamente, no tenía ni idea de lo que decía
Eddard se acerca y les mira rápidamente...."Novatos, no tienen la menor idea de nada" piensa enseguida.
-¿Qué tal va la guardia?-dice, con una voz seca
-Aquí no pasa nada, por cierto, tu has participado en la batalla no?
-Así es.
-Por qué esa táctica? Hubieras obtenido mejor resultado atacando a la artillería directamente
-A la artillería dices?.... Déjame que te cuente algo chaval.
No sabíamos nada. Éstabamos bajo estrictas órdenes de atacar tal y como atacamos. No sabíamos qué hacer.
Pero entonces, cuando uno ya lleva unas cuantas batallas encimas, ya sabe lo que pasa. Cuando ningún superior te da la información, es mala señal. Rezé al Emperador lo que pude y más para que nos protegiera.
Sin embargo, de repente la puerta se abrió. Una nube de polvo nos tapa la misión. Bajo las órdenes de Khaar salimos al desierto. Y entonces llega la guerra.
Cientos de proyectiles impactan en el suelo, provocando un gran estruendo unido a una humareda que te tapa la visión. Y sobre todo provocan la muerte. La artillería enemiga se ha cobrado una enorme cantidad de bajas nada más salir.
Nos tiramos a los laterales y nos ocultamos como podemos de la artillería enemiga. Los que no lo consiguen, perecen. Recuerda esto chaval, no hay nada peor que estar delante de la artillería enemiga. La cobertura y la fe en el Emperador son tu mejor aliado.
Una vez conseguimos salir y afianzar nuestra posición, no se ha terminado la situación. La confusión reina y a algunos soldados empiezan a sufrir el pánico. Khaar mantiene a raya a sus hombres con firme liderazgo. Pero no era suficiente. El enemigo se multiplica cada vez más y acecha nuestras líneas peligrosamente.
Entonces, entre todo el caos de la batalla, el Emperador me guía y encunetro una radio. El Caos se había aferrado firmemente a ella, pero con la Fe en el Emperador el Caos huye hacia sus paganos súbditos.
Empezamos a luchar en el frente, y de repente llegan los refuerzos. Unas naves de bombardeo expulsan su letal munición contra el enemigo, muriendo a miles. Aprovechamos la situación para avanzar posiciones.
Parecía que aquello estaba ganado...
De repente, un antiaéreo enemigo acecha nuestras naves. Sin embargo, el Emperador guía mi mano y cojo un lanzamisiles que está en el suelo, cuyo misil va directo a los profanos cañones del antiaéreo.
Sí, aquello pintaba realmente bien. Incluso vosotros, que todavía no tenéis experiencia, hubieras conseguido hacerlo... Pero el horror no se había desatado.
A lo lejos surge un enorme agujero del que salen miles de millones de criaturas, criaturas llamadas tiránidos. Se abalanzan contra nosotros con furia pagana, y nosotros apenas podemos hacer nada por contenerlos. Sin embargo, cuando todo parecía perdido, llegan los Ultramarines. Varios miembros de la Primera Compañía se abalanzan contra la horda tiránida. Los enemigos se amontonaban y había que escalar sus cadáveres.
Yo voy rápido hacia un b´çolter pesado, con el vomité toda la munición contra ellos.
Al final aguantamos, y vimos nuestros ángeles protectores, la mano del emperador, los Ultramarines que se avalanzan directamente sobre la horda tiránida arrasándolo todo.
Ni os imagináis el terror que se vive allí.... Vosotros no habéis luchado, y creéis que podrías hacerlo mejor, pero os aseguro caballeros, que a la hora de la verdad no es tan fácil. Recordad siempre que el Emperador os guíe pues el Emperador será vuestra salvación.... Es imposible describir la cantidad de muertos que ha habido...

Los novatos se callan y miran al suelo cabizbajos, mientras Eddard sonríe. Le da unas palmaditas a uno en el hombro, y dice:
-Tranquilo, no tengas prisa, ya os tocará.

Ríe y se retira directamente a su zona. Había sido un día duro, como otros tantos.... y los que quedaban


#Guau xD#

#Vaya, no sabía que Eddard era un tío tan santurrón. ¿Por qué no le llamamos todos Santurrón a partir de ahora, como al fallecido Hermano Lobo Lars? No puede ser un relato de la Guardia sin motes... #

Asdaw destapa con la boca la botella de limpia valvilas de Chimera y le pega un gran trago luego la psa a los demas.

El sitio es oscuro con una sola luz en el centro de la estancia, una mesa metalica en medio con informes sobre objetivos prioritarios y mapas de la campaña. sobre todos esos papeles un pergamino antiguo con los nombres de todos los caidos de la unidad, Asdaw al ser el sargento de los que participaron escrive con gran reverencia sus nombres, su rango y la fecha, nunca serian olbidados completamente aunqeu todos los de la unidad murieran.

Asdaw ve al resto de francotiradores, cada uno veterano de decenas de campañas y diminutas muescas en sus hombreras a modo de trofeos de batalla, a Asdaw le toca insrivir los suyos, coje un punzon de la mesa y se desata la hombrera derecha, la pone en la mesa y comienza a reseguir las antiguas muescas para que no sean borradas, y al acabar añade una barra vertical por cada soldado, una horizontal por cada oficial y una X por cada gran criatura, bestia o gran oficial que hubiera abatido, al acabar, guarda todo su equipo en su taquilla y deja en la armeria con los visioingenieros su rifle de francotirador para que lo limpien.

Asdaw recuerda cada instante de la batalla hasta que los efectos del alcohol lo aturden, llega a su camastro y se pone a dormir, mañana seria un dia distinto...

Muy bien niños...


CAPÍTULO DOS: Un puente demasiado lejano.


Ha pasado unas semanas desde el asalto al famoso 'agujero'. Durante este tiempo participásteis en misiones rutinarias o estuvísteis recuperándoos. Al final caéis en la cuenta de que os estaban... 'reservando' para algo mejor que colocaros en cualquier lugar de primera línea.

Acaváis de ser convocados en mitad de la noche a un búnker de mando perdido en medio de las Llanuras de Piedra Dura. Os levantáis prestos y acudís a la llamada.

Asdaw: tienes a un compañero francotirador. Actúa como tu observador o dispara, como gustes. Lo manejo yo, salvo cuando dispare que lo harás tú.

Eddard: te han asignado la radio, y te han asignado a dos soldados que acarrean un pesado cañón láser desmontable. Como Asdaw, dispararás tú pero los manejaré yo.

Khaar: te han asignado una escuadra enterita de 10 hombres, más los que tiene el resto de jugadores a su cargo. Tienes para asignar al menos dos armas pesadas más, a tu elección.

Burdden: Recuperado ya, te han ascendido a teniente. Te han encargado llevar las cargas de demolición ( Yuhuuuu!) y aunque te encargas de la escuadra, hay un soldado muy joven que te sigue a todas partes. Eres algo así como su ídolo. El chaval es jodidamente bueno reparando chismes... como si los espíritus máquina le escuchasen...



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Con lo que os ha tocado, describid a los compañeros que tenéis asignados (nombres, personalidad... Khaar, no hagas a los 10, tranquilo XDDDD) y lo que hacéis mientras llegáis al búnker de mando.





Iyanna

Envio editado por: Iyanna, el: 2008/05/08 15:14

#El primero es un novato del 5º de infantería de Vyseria. Es un alto (1-75 aprox), fuerte, y completamente calvo (y sin barba). Ojos azules, de color oscuro. Piel blanca, muy blanca. Es bastante inteligente, además. Se llama Euron. Sólo ha participado en pequeñas escaramuzas, de escasa preocupación. Tiene una puntería increíble, lo que le habia llevado a aquel búnker.

El segundo es todo un veterano, del mismo cuerpo que el anterior. Es bastante más bajo (1.55 aprox), pero es bastante corpulento. Posee una larga barba, aunque tiene la cabeza rapada. No posee mucho conocimiento aparte de tácticas militares (las cuales domina más que bien). Se llama Tryb#

Cuando llego al Búnker, ordeno a Euron y a Tryb que ocupen posiciones. Reviso mi equipo y compruebo que mi radio funciona.
Me aseguro de conocer bien el terreno por si acaso, y les digo a Euron y a Tryb cuáles son las principales zonas que deben proteger con los cañones láser, así como sus objetivos prioritarios en caso de batalla....

PD. No soy un santurrón:blush:
PD2.

Envio editado por: Lord Kratos, el: 2008/05/09 23:47